El 2 de junio, pero del año 2002, la Albirroja debutaba en el Grupo B del Mundial de Corea-Japón ante Sudáfrica, en el estadio Asiad de Busan, en Corea del Sur, ante unos 35.000 espectadores.
En la portería estuvo Ricardo Tavarelli, en reemplazo de José Luis Chilavert, quien no pudo disputar el partido inaugural por suspensión.
“Es indescriptible, te puedo hablar por horas acá, pero la sensación cuando toca el himno de tu país te pasa toda tu vida, uno no sabe si reír o llorar, es un momento sublime de felicidad. Es un premio y una linda responsabilidad que te da la vida y el fútbol”, sostuvo sobre aquel estreno.
En otro momento de la charla protagonizada este martes con Fútbol a lo grande por radio Monumental, el deportista que tuvo sus mayores días de gloria jugando para Olimpia recordó al entrenador italiano.
“No fue el técnico ideal para el 2002. Fue una apuesta a la trayectoria”, opinó al respecto. El orientador europeo asumió la dirección técnica de la Albirroja en reemplazo del uruguayo Sergio Markarián, quien fue destituido tras la goleada 0-4 ante Colombia en la última jornada de las Eliminatorias Sudamericanas con el equipo nacional ya clasificado a la Copa del Mundo.
Por último, el Mono se deshizo en elogios hacia Francisco Arce, actual entrenador de Cerro Porteño, a quien calificó “como un crack” y “uno que deja enseñanzas de vida”.
“Chiqui es mejor persona que jugador de fútbol. Es un líder positivo que deja huellas. Fue siempre el referente que abogó por el compañero y deja enseñas, más que futbolísticas, enseñanzas de vida”, sentenció.