Pumas ha sido un vaivén de momentos buenos y malos en este Apertura 2024. Universidad inició con tres triunfos y un empate en sus primeros cuatro juegos que elevaron las expectativas, pero luego encadenó tres derrotas en fila a su regreso de la Leagues Cup y las críticas llegaron como avalancha. Hoy, la situación se ha calmado con otra seguidilla de victorias -incluyendo el clásico ante América- y un empate en la difícil cancha de Toluca.
Sin embargo, Lisandro Magallán advierte que en la recta final del campeonato la concentración debe estar a tope porque cualquier descuido puede costar el boleto directo que hoy tiene Pumas al ser sexto con 20 puntos.
En entrevista con MILENIO-La Afición, el capitán auriazul vislumbra un cierre duro con los juegos ante Rayados, Cruz Azul y Chivas. "Son los partidos más difíciles no solo por los rivales, sino porque es la etapa definitoria. Donde te equivocaste… no hay margen de recuperación", afirmó.
Y sí, Lisandro reconoce esos altibajos tan marcados que ha tenido Universidad en esta temporada. "Es muy difícil mantener un nivel constante durante un periodo largo. Empezamos muy bien, pero la Leagues Cup no nos dio los resultados que queríamos, y eso nos afectó al volver a la Liga Mexicana. Lo importante es que entendemos que en esos momentos no somos ni los mejores ni los peores. En el deporte hay que convivir con el error y entender que los otros equipos también se preparan bien".
Pero ante un torneo tan volátil, el zaguero argentino no descarta que Pumas pueda ser candidato si llega en buen momento a la fase final. "El objetivo es pelear en lo más alto y ser campeones", afirmó con determinación. Sin embargo, reconoció que primero deben asegurar un lugar en la Liguilla. "Es un mundo aparte, y quien esté más fino en los detalles seguramente conseguirá la victoria".
Acostumbrados a la crítica
El entorno de Pumas no es ajeno a la presión de su afición, que suele ser especialmente dura con el entrenador en turno cuando los resultados no acompañan. A pesar de los cánticos pidiendo la salida de Gustavo Lema en algunos sectores de la tribuna, Magallán asegura que el grupo se mantiene enfocado en el trabajo.
"Lo único que tenemos que hacer es trabajar y dar la mejor versión de cada uno, como individuos y como equipo. Sabemos que el entrenador es el foco de atención, pero aceptamos esa responsabilidad. En el momento que decides firmar con un equipo como Pumas, sabes que tienes que ganar. Cuando las cosas no van bien, la gente se va a expresar, y está bien que así sea", añadió.
Desde su llegada a Pumas, Lisandro Magallán se siente satisfecho con su desempeño, aunque reconoce que hay margen para mejorar. "Siempre intenté ser profesional y dar lo mejor de mí. Estoy conforme, pero no quiero que termine acá. Quiero seguir mejorando para devolver la confianza que el club y la afición me han brindado", expresó.
En cuanto al vestuario, el argentino elogió el ambiente que se vive dentro del equipo: "Tenemos un grupo muy bueno, no solo por la calidad de los jugadores, sino por el clima que hay. A pesar de que algunos no suman los minutos que quisieran, siempre mantienen la competitividad, lo que nos ayuda a crecer como equipo".
El autocontrol de Lisandro
Magallán ha mostrado una mejora significativa en su comportamiento dentro del terreno de juego. En el Clausura acumuló seis tarjetas amarillas, lo que lo llevó a perder partidos por suspensión; sin embargo, en este torneo, solo ha recibido dos tarjetas, un cambio que atribuye a una reflexión personal.
"Entendí que no podía seguir recibiendo tantas tarjetas porque Pumas me firmó para jugar, no para estar suspendido", señaló. Y no es que haya cambiado su estilo de juego, sino que ha ajustado su toma de decisiones en momentos críticos. "Intento hacer faltas que no me expongan tanto a que el árbitro saque una amarilla", explicó.
Reconocido por su capacidad para motivar a sus compañeros, Magallán habló sobre su rol de líder, el cual considera parte de su carácter. "Siempre jugué así, con la misma motivación interna. Ahora estoy exteriorizando esa motivación hacia mis compañeros", explicó. Para el defensa porteño, el liderazgo no es algo forzado, sino una manifestación natural de su personalidad. "La lucha interna de exigirme más, de no aflojar, es algo que siempre me digo a mí mismo, y hoy también se lo digo a mis compañeros", compartió.
RGS