Si vas a visitar México, Xochimilco es una parada obligada si quieres conocer la belleza que tiene para ti el país azteca, pero quizás no sabías que existe una perturbadora ubicación que casi nadie conocía y que gracias a un macabro hallazgo en Google Maps se hizo famosa mundialmente como la "isla de las muñecas" y HOY te contaremos la verdad de esta terrorífica ubicación.
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¿Dónde se encuentra la isla de las muñecas?
Escondido en uno de los islotes pequeños de esta zona se encuentra este extraño paraje que, contrario a lo que se pueda pensar, su nombre no es una exageración, ya que cuenta con poco más de 1,500 juguetes, la mayoría de estos en estado deplorable lo que les ha dado un aspecto sumamente aterrador.
Lo que hace de esta locación más extraña aún es que estas muñecas cuelgan de árboles o, incluso, los vemos clavados en las paredes, por lo que por mucho tiempo fue el secreto mejor guardado de Xochimilco, ya que ni los turistas más avispados sabían de su existencia, hasta hace unos años.
¿A quién pertenece la isla de las muñecas?
Cuando el misterio salió a la luz gracias al descubrimiento que se hizo en Google Maps, millones en la red comenzaron a preguntarse quién fue el creador del macabro lugar, pues se notaba que era un trabajo que tomó años.
Al poco tiempo se supo que las muñecas son propiedad de don Julián Santana quien las acumuló con mucha paciencia, al punto que llenó cada pequeño rincón del lugar y esto debe tomarse literal.
Pero, entre tantas muñecas destaca una casita de madera de aspecto muy humilde que por varias décadas fue la morada de don Julián hasta abril del 2001, año en el cual perdió la vida a consecuencia de un paro cardíaco fulminante.
¿Cuál es la leyenda de la isla de las muñecas?
Según la leyenda, se cree que durante la década de los años 50 del siglo XX una niña perdió la vida tras ahogarse en un canal cerca a la actual isla de las muñecas. ¿Qué sucedió? la pequeña se habría enredado con los lirios de la orilla sin poder escapar.
El mito nos dice que Julián fue espectador de todo y cuando intentó ayudarla no consiguió rescatarla, por lo que la pena acompañada de la culpa fueron el tormento que lo acompañó por el resto de su vida.
Se rumorea que Julián habría revelado que desde entonces la niña se le apareció en sueños, pero también cuando estaba despierto, en casi todas las ocasiones llorando. El tormento llegó a su punto máximo cuando, atormentado por las apariciones (reales o producto de su mente) encontró una muñeca, exactamente, en el mismo lugar donde se ahogó la pequeña.
Pero, pronto aparecerán más muñecas a lo largo de los canales, las cuales fue recogiendo y, en vez de apilarlos en algún lugar cercano a su casita, los colgó a modo de protección para espantar a los malos espíritus, pero también, como homenaje a la memoria de la pequeña que le cambió la vida.
Sea cierto esto o no, lo que sí pasó es que don Julián vio como un objetivo de vida recoger todas las muñecas que la corriente traía a las cercanías, pero también las buscaba entre la basura multiplicándose con el paso de los años.
La isla de las muñecas hoy en 2024
En la actualidad, la isla de las muñecas sigue intacta manteniendo su perturbador aspecto, sobre todo porque con el transcurrir del tiempo, estos juguetes, al no ser cuidados ni guardados fueron adoptando un aspecto francamente de terror.
Ninguna se encuentra en buen estado, con destacada excepción de Agustinita, la primera muñeca la que, de acuerdo al relato, habría aparecido en el mismo lugar donde se ahogó la niña, razón por la cual siempre fue la favorita de Julián.
¿Cómo llegar a la isla de las muñecas?
Si visitas Xochimilco y quieres dar un vistazo por la isla de las muñecas, lo que debes hacer es acercarte hasta el embarcadero Cuemanco, pero aquí ya no depende de ti, sino de los patrones de las trajineras, pues no todos quieren acercarse a la antigua casa de don Julián.
Te preguntarás ¿Por qué? Simple, las supersticiones les hace pensar que el lugar está maldito, por lo que muchos se niegan a ir, afirmando que, en comparación al resto de islotes, este posee un extraño silencio que hiela la sangre.