Más allá de las victorias ante los Yankees, la familia Harp Helú escribió un capítulo histórico para el deporte en México.
MÉXICO -- La familia Harp Helú dio a los amantes del béisbol un par de días y una serie que siempre ocupará un lugar muy especial para las crónicas, historias y documentales del 'Rey de los Deportes' en México. El regreso de los New York Yankees al sur de la frontera de Estados Unidos cumplió con creces a las expectativas, dejando la vara muy alta en eventos de esta naturaleza al, inclusive, ganarse el reconocimiento de una de las instituciones más influyentes en el mundo del deporte.
Aaron Boone, manager de los Yankees, fue claro desde el domingo tras la derrota por 4-3 ante los Diablos Rojos del México al señalar que todos deberían experimentar alguna vez en su vida una fiesta de este tipo y es que la novena escarlata ha hecho una gran labor en los años recientes para acercar el béisbol a todas las generaciones no sólo con la construcción de un estadio de primer mundo, sino, también, de la mano de sus aficionados, generar un ambiente quizá insuperable en los eventos deportivos en México, tema que han replicado también con mucho éxito en otras latitudes del país en esta misma disciplina.
La afición a los Diablos Rojos del México no se dejó "intimidar" por la enorme cantidad de seguidores de los New York Yankees que se dieron cita en el Estadio Alfredo Harp Helú y dejaron en claro quiénes eran los locales a pesar de las también múltiples indumentarias de los Bombarderos del Bronx, aunque también se dejaron asomar gorras y franelas de otras novenas tanto de la MLB como de la Liga Mexicana de Béisbol, quedando en evidencia que el chiste era formar parte de esta ilustre historia que soñaron y ejecutaron a la perfección los dueños de la novena capitalina.
Nombres como el de Giancarlo Stanton, Robinson Canó, Trevor Bauer o Aaron Boone robaron las miradas, titulares y reflectores, pero esta serie entre Yankees y Diablos trascendió a lo que ocurrió en el diamante --sin hacer menos la barrida a los Mulos de Manhattan--, pero este encuentro deportivo entre las franquicias más exitosas de su respectivas ligas, mandó el claro mensaje que el béisbol en México, con el ambiente en las gradas, en el nivel de juego y en los esfuerzos de los directivos por atraer aún mayor afición a este deporte difícilmente puede vivir un mejor momento.
Los Diablos Rojos fueron un anfitrión modelo de los Yankees al lucir la bandera y colores visitantes en los jardines, poner en las bocinas una de las icónicas canciones de los 'Mulos de Manhattan' como el 'New York, New York' de Frank Sinatra, pero, a pesar de estos llamativos detalles, tampoco iban a dejar que la histórica franquicia con 27 títulos de Serie Mundial se apropiara de la fiesta.