André Jardine llegó al banquillo de América con una gran cuota de escepticismo, el entrenador brasileño no despertaba altas expectativas, porque su paso por el futbol mexicano apenas se remontaba a un año al frente del Atlético de San Luis y porque si bien había ganado una medalla de oro en Tokio 2020, muchos creían que le faltaban galones para comandar al equipo más grande de México.
André lo tomó con calma, respeto absoluto y se puso a trabajar, como era de esperarse, le costó trabajo implementar su idea futbolística, porque llegó al club al cuarto para las doce, de hecho perdió el primer partido de la Liga Mx contra FC Juárez.
Sí en un par de ocasiones Jardine pidió paciencia a la afición azulcrema, porque las formas que manifestaba su equipo no terminaban de agradar, se lograba el resultado, pero faltaba llenar la retina de un seguidor que suele tener un paladar exquisito.
Y Jardine lo fue haciendo, América empezó a tomar la cuadratura que el brasileño pretende, acabó la fase regular como líder indiscutible, con la mejor cosecha de puntos en los últimos 21 años, con una inercia de juego en la que la tribuna ya disfrutaba, con las etiquetas de mejor ofensiva y mejor defensiva.
Sin embargo, ese diploma de buen rendimiento no sirve de nada en Coapa, eso lo saben directivos, cuerpo técnico, jugadores y todo el personal que trabaja en el club, porque eso se los ha dicho claramente el dueño del equipo. En América se celebran títulos no lideratos generales. Esa etiqueta de mejor equipo la obtuvieron en el pasado reciente Santiago Solari, pero el argentino se fue de la Liguilla vapuleado por Pumas en cuartos de final, en el mismo estadio Azteca los universitarios les fueron a ganar por 1-3 en los cuartos de final del Apertura 2021.
Y apenas hace un año, el América de Fernando Ortiz también se hizo con la cima de la clasificación, avanzó con autoridad en los cuartos de final, pero en semifinales se topó con Toluca, perdió el juego de ida y en la vuelta empató en el Azteca.
El día que Jardine fue presentado en el Club América, una playera con el número 14 le esperaba a él y a su cuerpo técnico en la sala de prensa, un mensaje sugerente de lo que tiene que entregar el próximo 17 de diciembre sobre la cancha del estadio Azteca.
MEB