A ese hombre, Claudio Ranieri, luego de unos meses en que lo dirigió hace 34 años, Chemo del Solar lo llama General Romano, todavía hoy.
***
1997. Ranieri tenía 47 años y Chemo 30. Digamos que se encontraron pero no coincidieron: Del Solar había llegado a Valencia de España de la mano de Jorge Valdano, que lo conocía de Tenerife, y Ranieri llegaba para reemplazarlo tras una campaña que no guardaba relación con los cracks que llevó: Ortega, Piojo López y el brasileño Romario. Fue puesto 10 en la Liga BBVA. Valdano se tuvo que ir.
A Ranieri lo ficharon -como ahora el Cagliari, hace pocos meses- por su espíritu de bombero. Y por el recuerdo aquel de 1989, cuando ascendió con Caglari de la Serie C a la B. La revista Panenka de España escribió esto sobre la forma de trabajo del hoy técnico del peruano Lapadula. “En Leicester convenció a Vardy de que era el deportista más rápido del planeta, a Morgan de que no hacía falta parecer futbolista, bastaba con serlo, y a Mahrez le dijo que ya no iban a llamarle el Messi argelino, sino que a Messi iban a llamarle el Mahrez argentino”. Tiene ese don, el convencimiento.
El abrazo:
Vuelvo al 97. Con el nuevo técnico, Chemo jugó poco y se tuvo que ir a Turquía. Pero como ocurre con los técnicos que dejan huella, no hay una sola palabra de reproche del actual jefe de la Unidad Técnica de Menores de la FPF con el italiano, que acaba de hacer historia con el Cagliari donde alguna vez hacía La Cuchara Julio César Uribe. Este es su recuerdo.
“Claudio Ranieri es una gran persona y un gran entrenador de siempre. No de ahora: ya salió campeón con el Leicester en Inglaterra. De siempre. Tiene una filosofía de ver el fútbol y la aplica siempre, no renuncia a eso y yo creo que eso hay que aplaudir. Cuando entrena, sabe que debe obtener el máximo rendimiento de sus jugadores. A pesar de que jugué muy poco con él en Valencia, la relación fue magnífica, tengo un bonito recuerdo de él”, le dijo Del Solar a DT El Comercio.
En 2010, en una nota con este suplemento, el técnico italiano del Leicester definió a Del Solar como “un gran futbolista sudamericano”.
“Ranieri es muy estricto con la disciplina y el profesionalismo. Eso no se negocia y yo creo que funciona en todos los equipos, no solo en Europa. La disciplina no cambia. En el vestuario le decíamos el ‘General Romano’, por lo estricto que siempre fue”, explica Del Solar.
Así ocurre con los entrenadores que enseñan. Y ahora lo sabe bien Lapadula, el goleador del ascenso italiano con 25 tantos. “Mister Ranieri nos hizo sentir como en familia. Este es su gran mérito”, dijo la noche del domingo, el día en que Cerdeña no durmió. Una frase épica, de un soldado que se merecía ese abrazo post guerra de este General Romano.