Luis Enrique apura sus últimos meses como técnico del FC Barcelona. Ésa es la sensación que, a juicio de Sport, ya tienen los integrantes del vestuario catalán, quienes por la manera de actuar del asturiano ya asumen que dirá no a la posibilidad de ampliar su compromiso con el cuadro catalán.
Eso sí, dentro del Camp Nou también son cosncientes de que Lucho no se irá por la puerta de atrás y hará todo lo posible por garantizar que su marcha cause la menor cantidad de problemas a la entidad que le ha dado la posibilidad de consagrarse como técnico de primer nivel y obtener nada menos que 8 títulos.
De hecho, durante los próximos meses, el preparador hará todo lo que esté en su mano por garantizar que su actual segundo, el navarro Juan Carlos Unzué, sea quien herede su puesto, ya que se trata de una persona muy querida dentro del vestuario que mantendría la línea de trabajo de las últimas temporadas. «La hoja de ruta de Luis Enrique seguiría un plan perfectamente trazado, pero que aún cuenta con alguna incertidumbre. Su objetivo sería que Juan Carlos Unzué fuera el primer entrenador y Robert Moreno su ayudante. Con esta decisión se garantizaría totalmente la continuidad del proyecto iniciado por Luis Enrique, ya que el resto de miembros del staff se mantendrían», explica el rotativo
Eso sí, el diario añade que la directiva aún no ha recibido ninguna comunicación oficial al respecto, aunque espera que sea en un breve espacio de tiempo cuando el entrenador les transmita si quiere seguir al frente de la nave azulgrana o si opta por poner fin a esta aventura. De momento, durante su última rueda de prensa, Lucho no ha dado muchas pistas y ha indicado con su habitual tono: «No tiene nada que ver con el partido de mañana».