David Benavidez vence a Morrell y sigue invicto en los semipesados

Cuando David Benavidez se propone a castigar a un rival, lo hace de la forma más cruel posible. Osvary David Morrell Jr terminó la contienda con los pómulos cortados y el ojo derecho prácticamente cerrado, producto de los bombazos que soltó el Monstruo para llevarse la victoria por decisión unánime y continuar como monarca de los semipesados.

Benavidez llegó a la pelea con el cartel de favorito, pues el cubano no era un boxeador de mucho renombre; pero demostró que tiene adeptos suficientes para ser un digno representante del boxeo cubano, puesto que su estilo técnico y desenfrenado generó problemas a su rival.

Incluso el cubano se lució más en los primeros rounds que su rival, siendo más certero en las combinaciones y siendo prudente al no prestarle distancia a Benavidez.

Cada vez que Benavidez soltaba un bombazo, Morrell respondía con dos. El Monstruo, habituado a buscar los golpes al torso, no encontraba el modo de ablandar a su rival que estuvo firme en los primeros tres rounds.

Morrell recorría la lona con seguridad, haciendo que su rival lo buscara para agotarlo. Cabeceos, movimientos de cadera y combinaciones de jabs fueron la receta del cubano en los primeros tres asaltos.

Pero a partir del cuarto la tenencia cambió. Benavidez notó que Morrell dejó de apretar, aprovechó para presionar y soltar golpes al hígado que le permitieron encontrar un espacio arriba. Y dicho y hecho, en el cuarto asalto, el Monstruo conectó un gancho a la quijada que hizo tambalear al cubano, pero este no se dio por vencido y se mantuvo de pie.

En el sexto round Benavidez volvió a romper la guardia con un upper que entró directo al rostro y que volvió a desestabilizar a su rival, Parecía que Morrell ya no tenía oportunidad para responder. Pero saltó al décimo asalto con otra mentalidad, regresó a la explosividad y a reducir distancia con David, pues el objetivo era llevarlo a las cuerdas y hostigarlo para sumar puntos.

El undécimo asalto fue igual, dominio de Morrell sobre Benavidez; el detalle fue que el cubano soltó un golpe después de que sonó la campana, por lo que los jueces le quitaron puntos.

Ahí fue cuando Benavidez se dio cuenta que permitió que su rival reviviera, así que salió al último round a presionarlo sin la necesidad de engancharlo, ablandándolo con golpes a la zona del cinturón y conectar al rostro cuando tuvo chance.

Al final, las tarjetas fueron a favor de Benavidez, 115-111, 115-111 y118-108.

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