Mariana Pajón, la reina del BMX, llegó a Río de Janeiro para ganar su segunda medalla olímpica y seguir poniendo en alto el nombre de su país. Y lo consiguió. Es ahora la mejor deportista olímpica en la historia de Colombia.
La deportista de 24 años, nacida en Medellín, Colombia, es una de las gladiadoras que participaron en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en la disciplina de ciclismo BMX, un deporte extremo que cumple solamente su tercer año en las justas olímpicas —pues fue incluido como deporte en olímpico solamente desde 2008— y en el que la colombiana ya había puesto su huella desde su primera participación en Londres 2012 con un oro histórico.
Y este viernes, Pajón confirmó que es la reina del deporte. Durante todas las pruebas, todas las carreras clasificatorias, fue la primera. De principio a fin. En la final solo materializó lo que todo un país esperaba: fue oro. La mejor, indiscutible, con un tiempo de 34,09 segundos.
Al término de la carrera, Pajón repitió lo que ya había mencionado durante su presencia en Río: se sintió como en casa, con mucha confianza. "Me sentía como en casa, había visualizado subirme al podio. Trabajé muy duro por esto y aquí estamos", dijo a la prensa colombiana tras su victoria.
Con la de Mariana, Colombia sumó tercera medalla de oro en Río 2016, y la quinta en su historia.
Modestia dorada
A pesar de su gloria olímpica, de ser la deportista olímpica más importante de Colombia, Pajón mantiene los pies sobre la tierra, sobre su bicicleta, y celebra con un país que aprendió a contar con sus triunfos.
Los periodistas colombianos le dijeron: es usted la deportista olímpica más importante de la historia en Colombia. "No, yo no soy la más importante, soy una más que también dio lo mejor acá, para mí todos han dado lo mejor". Ha quedado usted en la historia, le dijeron. Y ella, sensata, orgullosa, respondió: "Ha quedado Colombia en la historia".
"Voy a seguir haciendo historia. Voy por más".
Londres: el inicio de una era dorada
Era el 10 de agosto de 2012 y Pajón, quien era la abanderada de la delegación colombiana en la inauguración de los Olímpicos de Londres, tenía una gran responsabilidad en sus hombros: “demostrarle a Colombia que había otros deportes con el que le podíamos dar muchas alegrías al país”, según sus propias palabras. “Siendo un deporte no convencional, un deporte que en Colombia no conocían y representarlo en unos Olímpicos es demasiado orgullo. Es un honor gigante, una responsabilidad muy grande también”, dijo en una entrevista.
La colombiana demostró que estaba lista para el gran reto olímpico. Logró pasar a la semifinal en las pruebas de clasificación por tiempo. Allí logró el tercer puesto con 38,7 segundos, justo detrás de Sarah Walker de Nueva Zelandia, que competía en sus segundos juegos Olímpicos, y de la australiana Caroline Buchanan.
Dos días después Pajón hizo historia para su país. A pesar de salir en un carril que no le gustaba mucho por la ubicación, tuvo una salida limpia y logró meterse en la mitad de la pista superando a sus contrincantes.
Colombia se paralizó durante 37 segundos, tiempo que le bastó a Pajón para cruzar la línea de meta y lograr su primera medalla Olímpica, en ese entonces la segunda de oro para la historia de Colombia. Mariana Pajón no lo podía creer: mientras ella lloraba, toda Colombia vibraba de emoción por la victoria de la paisa de 20 años entonces.
La colombiana cruzó la meta en 37,7 segundos, por delante de la neozelandesa Sarah Walker (38,1) y de la holandesa Laura Smulders (38,2), quienes ganaron medallas de plata y bronce respectivamente.
“Cuando crucé, la lo primero que hice fue abrazar al presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo. Le pregunté que si era un sueño o estaba pasando en realidad. Me acuerdo que me volteé, vi a mis papás y a todo el mundo celebrando. Entonces me di cuenta que había ganado una medalla de oro”, recuerda.
“Es una emoción que no se puede explicar, simplemente te pasan muchas cosas por la mente, te sientes demasiado orgullosa de poder dar esa medalla y esa alegría al país”.
Un historial de triunfos
A bordo de una bicicleta rosada, “sin rueditas de apoyo y muy rápido”, como dice en la biografía de su cuenta de Twitter, donde tiene casi un millón y medio de seguidores, la colombiana ha sido 18 veces campeona mundial de BMX. Su más reciente título mundial lo alcanzó como local en Medellín, Colombia, en mayo de 2016, donde con lágrimas de emoción celebró su título.
Pajón también ganó medalla de Oro en los juegos Panamericanos de Guadalajara 2011; Medalla de Oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2010; y dos veces medalla de oro en los sudamericanos de Medellín, Colombia (2010) y Santiago de Chile (2014).
La colombiana lidera el ranking de la Unión Ciclista Internacional en la Modalidad de BMX y espera seguir dándole triunfos a Colombia, cuya bandera porta con orgullo para ser una “embajadora positiva” del país.
La influencia de Pajón en la escena deportiva nacional es tan grande que este año la alcaldía de Medellín inauguró la Pista de Supercross BMX Mariana Pajón en honor a la deportista, un escenario de 8.500 metros cuadrados que tuvo una inversión de casi 2 millones de dólares según las autoridades locales, al que asistieron el alcalde de la ciudad y hasta el presidente Juan Manuel Santos, para promover la práctica de este deporte que en cabeza de Pajón y otros bicicrosistas como Carlos Mario Oquendo (bronce en 2012) y Carlos Ramírez (bronce en Río 2016) le ha dado muchas alegrías a los colombianos.