El Manchester United no termina de adquirir velocidad de crucero. El cuadro de Old Trafford se encuentra en una delicada tesitura y tras la derrota ante el Burnley en casa 0-2 ve como la posibilidad de disputar la próxima edición de Liga de Campeones comienza a presentarse como una auténtica quimera. De este modo, ya son seis los puntos que le separan de la cuarta plaza de la tabla.
Con apenas ocho días por delante para que expire el mercado invernal de fichajes, y varios nombres propios en el punto de mira como Bruno Fernandes (Sporting de Portugal ) o Jude Bellingham (Birmingham City), el Manchester United deberá apuntalar su plantilla si quiere encontrarse en disposición de luchar por los objetivos propuestos.
Precisamente en esta dirección apunta el propio técnico de la escuadra mancuniana Ole Gunnar Solskjær, que busca caras nuevas que le ayuden a equilibrar una plantilla en la que actualmente se encuentran lesionadas piezas importantes como Marcus Rashford y Paul Pogba y de la que se han marchado piezas como el inglés Ashley Young con destino al Inter de Milán.
Así, el técnico noruego apuntó que «Soy responsable de lo que sucede en el campo y buscamos fortalecer a nuestro equipo. Hemos dejado ir a algunos jugadores ya que necesitamos comenzar de nuevo con una visión clara del objetivo que tenemos. Sabemos que necesitamos fichar jugadores de calidad y en qué número. Estamos trabajando en ello». Se preparan movimientos de nivel para los últimos días de mercado de fichajes.