Julián Quiñones llegó al América este torneo como el gran refuerzo de lujo para la delantera de las Águilas, un golpe de efecto que sirvió como analgésico para el dolor que causó haber perdido las semifinales del curso pasado ante Chivas.
El entonces colombiano aterrizaba en el nido de Coapa como una pieza que le daba un tono más agresivo al América, una declaración de intenciones de la plana mayor de las Águilas para cortar de tajo la falta de títulos.
El poder de Quiñones en ataque no estaba en tela de juicio, fue una contratación de esas que gustan a la tribuna, porque llegaba un futbolista con potencia física, con hambre de triunfo y con una gran experiencia, en la espalda venía con dos títulos de Liga obtenidos en Atlas, y con la credencial de ser un jugador determinante en la última zona, una en la que a los de Coapa les había faltado una pizca de fortuna en la etapa del Tano Ortiz.
Julián se puso manos a la obra, llegó callado, porque no es un tipo que le guste acaparar reflectores fuera de la cancha, él prefiere hablar en el campo, más cuando en los últimos tiempos también entró en la agenda de la selección mexicana. La discreción fuera de la cancha era si mejor expresión.
Su debut como azulcrema se dio en la Jornada 3, cuando América recibió en el estadio Azteca a Puebla, buscó el gol afanosamente, parecía que se iba ir a dormir con las manos vacías, pero su persistencia encontró premio al minuto 87.
A partir de entonces Julián ha ido avanzando en la adaptación al club, a la idea futbolística de André Jardine y a lo que significa vestir la camiseta de las Águilas. Hoy en día está convertido en el jugador más determinante de las Águilas, con 6 anotaciones y 5 asistencias es el mejor en cuanto a participación en goles, pues ha estado presente directamente en 11 de los 30 que los de Coapa han marcado.
Tras la baja por lesión de Diego Valdés un dejo de nerviosismo se manifestó en Coapa, pero en este momento de cierta incertidumbre Julián deberá dar un paso al frente. Con el boleto a la Liguilla Julián deberá seguir siendo el motor de la ofensiva azulcrema.
"No me trajeron para ser goleador, lo que importa es ganar títulos, a eso me trajeron; si se dan los goles o no, eso no es importante", dice Julián Quiñones
— La Afición (@laaficion) October 25, 2023
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Por lo pronto, el paisano Julián tiene clara la meta. “Mi objetivo en América. No me trajeron para ser goleador, lo que importa es ganar títulos, a eso me trajeron; si se dan los goles o no, eso no es importante, lo importante es trabajar para el equipo. Los goles llegan conforme a los partidos, pero me importa es que el equipo se maneja de la mejor forma, hacer movimientos para que mis compañeros hagan goles. Para mí eso es lo más importante”, señaló en conferencia de prensa.
Y sí, a Julián en la Liguilla se le pedirá que muestre su etiqueta de goleador esa jerarquía que lo llevó al América, la 14 será posible si él muestra la versión más depredadora en el área.