Es difícil para los hinchas de fútbol no encontrarse con el nombre del gigante energético ruso: Gazprom patrocina la Liga de Campeones, al club alemán Schalke 04, al Zenit San Petersburgo y, por supuesto, el Mundial-2018, sin dejar de ser responsable del desarrollo del fútbol y sus infraestructuras en Rusia.
El caso del estadio de San Petersburgo, donde el martes Francia y Bélgica disputan la primera semifinal del Mundial, es algo peculiar, ya que Gazprom estuvo ligado al proyecto y se fue progresivamente alejando hace unos años, según los expertos consultados por la agencia AFP, debido a que los costes se dispararon -672 millones de euros según la prensa rusa-.
Patrocinio del Schalke
Una imagen de septiembre de 2013 reunió al presidente ruso Vladimir Putin, al influyente ministro de Deportes de la época Vitali Mutko, al presidente de la FIFA en aquel momento Joseph Blatter y al presidente de Gazprom, Alexei Miller. Fue entonces cuando la empresa se convirtió oficialmente en patrocinadora de esta Copa del Mundo.
Fue en cierta medida la culminación de un proceso: en 2005, el grupo se había convertido en patrocinador del Zenit, el gran club de San Petersburgo donde milita el centrocampista ecuatoriano Christian Noboa, y en octubre de 2006 del Schalke 04 alemán. En 2010 pasó a serlo también del Estrella Roja de Belgrado.
[Christian Noboa realizando este mes de julio la pretemporada con el FC Zenit]
En julio de 2012, Gazprom se convirtió en "patrocinador oficial" de la prestigiosa Liga de Campeones, dando un salto de calidad.
"Obligaciones de carácter social"
Después de la caída de la Unión Soviética, "Gazprom, que de facto tuvo el monopolio de las exportaciones, aceptó asumir un papel social" y "como numerosas empresas nacionales obtiene unas ciertas ventajas a cambio de obligaciones de carácter social", señala esta experta en la materia. (D)