Es hora de una gesta. Es momento de ir contra toda evidencia y de usar todos los recursos a disposición para una misión que, a primera vista, parece imposible.
Aston Villa cayó 4-2 contra Olympiacos en la ida de la semifinal de la Conference League y ahora ya no tiene nada que perder. Esa es la buena noticia. La mala es que su rival estará apoyado por su ruidosa afición y que todo o casi todo estará en contra.