Tras días de ser señalados por un nuevo escándalo administrativo y financiero, el Manchester City no puede ni reivindicarse en lo deportivo tras empatar en la ida de octavos de final de la Champions League ante el Leipzig. Vive lo que podría ser el peor mes de su exitoso andar en la última década, un destino que comenzó a construirse en 2008, cuando se anunció la compra del club inglés por parte del Abu Dhabi United Group para salvarlos de su precaria situación económica.
De pronto el Manchester City se convirtió en uno de los clubes más ricos del mundo y la primera contratación estratosférica llegó con el fichaje de Robinho desde el Real Madrid. Seis campeonatos nacionales después, tres subcampeonatos y una final de la Champions disputada, la Premier League acusa a uno de sus protagonistas de contabilidad sospechosa, tratos secretos y obstrucción legal para interferir en reglas financieras. En papel, esto podría tratarse de la mayor lucha que tendrá que enfrentar el club en sus 143 años de historia, la cual se ha visto manchada por años de escrutinio público.
Ya en 2020 la UEFA sancionó al City de participar en cualquiera de las competiciones europeas por dos temporadas por infringir las reglas del Fair Play Financiero, sin embargo el Tribunal de Arbitraje descartó el castigo en meses ya que las investigaciones superaron los cinco años de antigüedad y no todas las acusaciones se probaron, también les redujeron la multa económica de 30 a 10 millones de euros. Patrocinios inflados, contratos ocultos, todo apoyado por un músculo legal capaz de darle la vuelta a las reglas de los organismos, la realidad es que para muchos era claro que el club no estaba jugando bajo las mismas reglas que el resto, pero reunir las pruebas ha sido cuestión de años de investigación.
El pasado 6 de febrero la Premier League hizo oficial la acusación hacia el equipo, lavaron toda una lista de regulaciones financieras, 115 delitos en total. El club se dijo “sorprendido”, pero de ser hallado culpable, diversos medios británicos apuntan a una posible expulsión de la liga, así como la extracción de tres títulos. La realidad es que la conclusión de este caso podría tardar años, pero todo indica que el freno al despilfarro finalmente ha llegado.