22/12/2024

“En Marruecos se están obteniendo los frutos de lo que construimos hace diez años”

Miercoles 14 de Diciembre del 2022

“En Marruecos se están obteniendo los frutos de lo que construimos hace diez años”

Patrice Beaumelle fue la mano de derecha de Hervé Renard, el entrenador que marcó el camino hacia el éxito de Marruecos. El estratega francés que estuvo en el banquillo de los africanos en Rusia 2018 conversó en exclusiva con DT para revelarnos los secretos de cómo lo situaron entre los cuatro mejores del mundo en Qatar 2022.

Patrice Beaumelle fue la mano de derecha de Hervé Renard, el entrenador que marcó el camino hacia el éxito de Marruecos. El estratega francés que estuvo en el banquillo de los africanos en Rusia 2018 conversó en exclusiva con DT para revelarnos los secretos de cómo lo situaron entre los cuatro mejores del mundo en Qatar 2022.

Hace cuatro años, en Rusia 2018, Marruecos regresó a una Copa del Mundo después de 20 años. Un país donde se respira fútbol en cada esquina pegaba su vuelta a la élite del balompié mundial. Lo hacía de la mano del entrenador Hervé Renard (actual director técnico de Arabia Saudita), quien tenía como su mano derecha a Patrice Beaumelle. Deporte Total tomó contacto con el estratega francés, quien estuvo por tierras marroquíes entre 2016 y 2020. Sin lugar a dudas, uno de los hombres que mejor conoce a este grupo que se jugará ante Francia su pase a la final de Qatar 2022.

—¿Le sorprende la participación de Marruecos en Qatar 2022?

No, no puedo decir que me sorprenda el rendimiento de la selección de Marruecos, porque creo que fue un largo proceso. Esta generación está trabajando desde hace más de 10 años. Solo un trabajo de esta extensión puede lograr esos objetivos. No me asombra porque conozco a todos los jugadores que están participando en esto torneo. Conozco de lo que son capaces, su dedicación y compromiso en cada partido.

—¿Confiaba en que esta selección podría dar este gran salto a nivel internacional?

Sin duda. Desde hace seis años el seleccionado ha ido mejorando cada vez más en el ranking FIFA. Marruecos ha trabajado muy duro y el objetivo era estar dentro de los 10 mejores del mundo.

—¿Considera que este éxito inició con usted y Hervé Renard en el banquillo? ¿Qué le sumaron a este equipo?

Sí, es parte del trabajo que empezamos hace un tiempo, cuando llegamos en el 2016. Trabajamos sobre la base fuerte del equipo que contaba con futbolistas experimentados y empezamos a sumar los jóvenes que ya estaban listos como Hakimi, En-Nesyri, Boufal, Amrabat, entre otros. Ellos tenían un enorme potencial.

—¿Qué factores cree que han sido vitales para que Marruecos esté en semifinales?

Lo que rescato es que pese a los buenos resultados que fueron obteniendo, más aún con Croacia y Bélgica, el equipo siempre se mantuvo humilde. No se dejaron marear, ni por terminar como primeros de su grupo.

—¿Cómo se dio el proceso de convocar a jugadores que nacieron en otros países? ¿Se hizo con un equipo de scouting?

La Federación de Marruecos está muy bien organizada y es muy profesional. Saben que tienen una gran oportunidad de tener jugadores nacidos en el extranjero listos para ponerse la camiseta nacional. Lo que me gustaba cuando entrenaba a este equipo, es que solíamos tener seis, siete y hasta ocho jugadores de diferentes naciones como Francia, España, Portugal, Países Bajos, Italia. Tienen scouts que viven fuera del país -más que todo en Europa- y trabajan para el equipo nacional, trayendo jugadores y jugadoras nacidos fuera con doble nacionalidad. Vienen realizando una excelente labor.

—¿Qué tal es la experiencia de entrenar un equipo con tantos jugadores que vienen de diferentes partes del mundo con diferentes estilos de juego?

Yo lo vi como una gran oportunidad. Siempre estaba dando instrucciones durante la sesión de entrenamiento, ya sea en francés, inglés o español. Al final todos vienen a representar a un país y una bandera. Eso es muy fuerte.

—¿Es difícil convencer a jugadores que nacieron en otros país jugar por Marruecos?

Tengo mucha experiencia para trabajar con un equipo nacional diferente y siempre ha sido muy fácil para mí. El jugador tiene que sentirlo en el corazón. Los padres también ayudan mucho en esta decisión. Recuerdo mucho el caso de Sofiane Boufal. Él podía haber jugado por Francia. Conversamos en 2016 y me dijo: “mi madre es de Marruecos y definitivamente jugaré con esta selección”. Hoy cuando veo a su madre en Qatar, bailando en la cancha me resulta algo muy conmovedor. Hay otros ejemplos como Hakimi que pudo vestir la camiseta de España. Cuando charlamos afirmó que su sangre era marroquí y jugaría por el combinado nacional.

—¿Piensa que esto es solo el principio de lo que Marruecos puede dar a nivel mundial? ¿Se podrá sostener todo lo bueno que han hecho en Qatar 2022?

Hoy en día se obtienen los frutos de lo que se construimos hace diez años. Cualquiera que sea el resultado ante Francia, lo importante es que sigan trabajando teniendo una visión y filosofía. Si se detienen a pensar en todo lo bueno que han conseguido no sería idóneo. Hoy en día vemos que todas las selecciones son competitivas. Ya lo vimos con Japón y Corea del Sur.

—¿En la selección de Marruecos existe un trabajo por el fútbol formativo? ¿Se preocupan por las futuras promesas del fútbol marroquí?

Cuando trabajé en Marruecos fue fantástico. Todo estaba muy bien organizado. Una de las principales metas era conseguir el desarrollo de las divisiones inferiores. Es una prioridad que tienen desde la federación.

—Tuviste la oportunidad de enfrentar el equipo francés este año con Costa de Marfil como DT, ¿piensas que Marruecos puede vencerlos y ganar el título mundial?

Fue una fantástica oportunidad enfrentar al campeón del mundo. Marruecos está en la semifinal y todo es posible. Están jugando un buen fútbol. Por otro lado, hablando del título, todas las selecciones de las semifinales parten con un 25% de posibilidades.







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