05/11/2024

Las claves del regreso de Gündogan al Manchester City un año después de fichar por el FC Barcelona

Hace 2 meses

Las claves del regreso de Gündogan al Manchester City un año después de fichar por el FC Barcelona

Las necesidades económicas del club y el overbooking en la zona de la media punta le han hecho replantear su futuro para seguir disfrutando de su carrera al más alto nivel.

Las necesidades económicas del club y el overbooking en la zona de la media punta le han hecho replantear su futuro para seguir disfrutando de su carrera al más alto nivel.

Ilkay Gündogan se ha convertido en el nombre propio de esta última semana en el FC Barcelona, después de su regreso sorpresa al Manchester City –club al que ya defendió durante siete temporadas (entre 2016 y 2023)– solo un año después de su fichaje. Un adiós que ha entristecido al barcelonismo y al propio jugador, que quería quedarse y estrenar el nuevo Camp Nou, pero que ha visto como coincidían dos factores que lo han empujado a salir.

Por un lado, que el Barça sigue intentando liberar fichas altas para poder cumplir los requisitos del ‘fair play’ financiero y ajustarse a los estándares económicos de LaLiga. Y, por otro lado, que la llegada de Dani Olmo y la explosión de Fermín, junto con la presencia de Pedri y -cuando se recupere- de Gavi, ha generado un overbooking en la zona de la mediapunta.

El alemán podía haber seguido en la zona de confort, porque tenía un año más de contrato con otro más de opcional, estaba a gusto en Catalunya y percibía uno de los salarios más altos de la plantilla. Éste sería el camino fácil, pero el internacional alemán siempre se ha mostrado ambicioso.

Llegó al Barça como campeón de Europa con el City de Pep Guardiola, donde era el capitán, y fue el jugador que disputó más partidos con Xavi la pasada campaña (51) y también el que acumuló más minutos (4.180). Acabó el curso con buenos números –5 goles y 14 asistencias– y transmitió la sensación de líder y jugador diferencial en el campo.

Pero ahora, a sus 33 años, y después de una charla con Flick, le surgieron dudas sobre su rol en el aspecto deportivo. El fichaje de Dani Olmo (26 años), un futbolista que brilló como media punta en la última Eurocopa, después de una fuerte inversión, podía dejar a Gündogan con menos minutos de los deseados. Dani Olmo se puede adaptar a cualquier posición de ataque, esto es cierto, pero donde más le gusta jugar y destaca es de ‘10′, justo donde ‘Gündo’ es más productivo.

También está Pedri (21), otro futbolista que por detrás del punta es muy eficiente, al igual que Fermín (21), un torbellino que llega con el oro colgado en el cuello de los Juegos Olímpicos de París y que está destinado a tener un papel importante en su regreso a la disciplina culé. Y más a largo plazo asoma Gavi (20), cuyo regreso podría ser a finales de octubre tras su grave lesión de rodilla.

Gündogan también se podría acomodar en el doble pivote, donde yo creo que hubiese tenido más minutos y hubiese aportado más, pero aquí su juego ya se ve más condicionado a labores defensivas que no le permiten explotar sus mejores virtudes y, además, Flick no le veía corriendo para atrás al mismo ritmo que los jóvenes. Para el nuevo técnico culé la presión es capital y no veía clara una línea de presión con Lewandowski y Gündogan por su edad, aunque para presionar, aparte de piernas, necesitas tener una buena lectura del juego posicional, cosa que ‘Gündo’, ya solo por su experiencia y veteranía, domina a la perfección.

Pero viendo la fuerte apuesta por los jóvenes, que Flick no le prometía los minutos de Xavi y que desde los despachos también era bien vista su marcha para aligerar masa salarial y seguir rejuveneciendo la plantilla, el jugador decidió valorar su salida para seguir disfrutando de su carrera. Una solución que pone todavía más en valor la gran profesionalidad del futbolista y, al mismo tiempo, deja en evidencia la de otros miembros de la plantilla como, por ejemplo, Frenkie de Jong o Clément Lenglet, que con una situación similar y fichas millonarias firmadas por Bartomeu, se siguen agarrando al contrato sin mover un dedo, ignorando las voluntades del club y que van a acabar marchándose gratis tras un paso testimonial por Barcelona.

Porque Gündogan también estaba muy a gusto en la ciudad y quería seguir, pero a diferencia de ellos, no quería ser ningún problema para un Barça que ha visto truncados los planes que tenía para este mercado. El club tenía claro que, si querían fichar, tenían que hacer una ‘venta dolorosa’. La intención culé era desprenderse de Ronald Araújo a cambio de una importante suma de dinero. El Bayern apuntaba ser su destino, pero la lesión que sufrió en la Copa América frustró esta vía. Lo mismo pasó con Pedri, al que le pesaba el historial de lesiones que arrastra. Otras alternativas como De Jong, Lenglet, Raphinha y Ferran, con ofertas y cartel para salir, no quieren ni oír de la posibilidad de irse y, al final, Gündogan se ha convertido en el mártir y en la solución para cuadrarlo todo.

Con su adiós, el Barça pierde calidad, experiencia, personalidad y liderazgo. Un liderazgo que agradecían los jóvenes como Lamine Yamal, que lo tenía de ejemplo dentro del vestuario, y que el equipo puede echar en falta en momentos complicados. Su edad lo ha castigado. También los malabares en la planificación. Pero la vida sigue y no debe ser ningún drama, porque la posición está bien cubierta, su recorrido en el Barça tampoco hubiese sido mucho más largo debido a su edad, y los jóvenes, el futuro real del club, ganarán minutos y protagonismo, como se confirmó ayer en la segunda victoria de la temporada ante el Athletic Club (2-1).


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