El Barça de Flick apunta a ser muy distinto al de Xavi Hernández y a romper con el pasado de un equipo que ganará vértigo y perderá pausa.
El Barcelona debutó en Estados Unidos con una victoria sobre el Manchester City sentenciada en la tanda de penaltis, tan perseguida como afortunada, atendiendo primero a la gran actuación de Iñaki Peña y al final a las dos fenomenales paradas de Astrálaga en la tanda... Pero dejó, también, una primera impresión que se sospecha clara: Este Barça de Hansi Flick será bastante distinto al Barça del pasado reciente.
El entrenador alemán no cuenta todavía con todos sus efectivos. Le faltan hasta once futbolistas de la primera plantilla, varios de los cuales (Lamine Yamal, Cubarsí, Koundé, De Jong, Pedri, Gavi...) están llamados a ser piezas trascendentes. También se puede esperar la llegada de algún fichaje que aumente la calidad y potencial del equipo... Pero la esencia, el plan, la filosofía y la idea que comenzó a verse en el choque de Orlando muestra unas diferencias que, se entiende, beneficiarán globalmente al Barça.
"Este es nuestro camino... Defendimos como un equipo y atacamos como un equipo y estoy muy contento porque he visto cosas grandes. Estoy muy contento", resumió el entrenador alemán minutos después del triunfo sobre el City, en el que destacó el trabajo "de todos los jóvenes. Es fantástico y estoy orgulloso de ellos".
Beneficios
¿Qué ganará el Barça con Hansi Flick? A lo visto en el primer partido en Estados Unidos se apreció un aumento considerable en la presión alta. Los delanteros azulgranas presionaron al City en su propia área, no siempre con la suficiente sincronización pero sí con un empeño indiscutible.
El Barça presionará más y más fuerte, jugará con las líneas más adelantadas y sus transiciones serán, o eso pretende el entrenador, bastante más rápidas que en el pasado reciente.
Igualmente apostará por dos mediocentros menos defensivos de lo que podría pensarse.
Ambos (se vio en el estreno con Casadó y Bernal) tendrán capacidad de sumarse al ataque llegando desde la segunda línea y apoyando a los atacantes, donde el desplazamiento a las bandas de los extremos también se entiende mayor.
Perjuicios
Será un equipo, el Barça, más vertical, mucho más ofensivo y rápido en sus transiciones. Flick ya avisó que no le gusta que cuando el balón esté cerca del área rival se vuelva hacia atrás... Y eso, de alguna manera, provocará que este nuevo Barça pierda pausa.
El equipo azulgrana ha sido, casi siempre en los últimos tiempos, un equipo que mimó el balón, que lo combinó, que jugó abusando incluso a veces de los pases pero que hizo del juego de posición una razón de ser.
También quiso darle esa personalidad, con mayor o menor fortuna durante su etapa, Xavi Hernández... Y eso se sospecha no ocurrirá con un Flick más ocupado en llegar lo antes posible al área rival que en la forma de hacerlo.