El FC Barcelona continúa sin encontrar soluciones a los errores que han lastrado su desempeño a lo largo de la temporada. El reciente empate de locales ante el Granada (3-3), equipo ubicado penúltimo en la tabla de clasificación, confirma una vez más la tendencia del equipo hacia la irregularidad, incapaz de mantener una línea de juego y resultados consistentes. Esta situación ha generado ansiedad e incertidumbre, especialmente en la directiva azulgrana. Con LaLiga prácticamente perdida, dado que el Real Madrid les aventaja por 10 puntos y solo con 14 jornadas restantes, el club se ve forzado a replantearse un nuevo objetivo deportivo que no estaba inicialmente contemplados. Además, la continuidad de Xavi Hernández como entrenador hasta el final de la temporada, tal como se había planificado en su fecha de retiro, está ahora en duda.
“Nos están matando los errores”, declaró Xavi tras el duelo con el Granada, exhausto de repetir una y otra vez que, a pesar del trabajo realizado durante la semana, no se refleja en el terreno de juego. Su tono reflejaba resignación, con mucho en juego y aun así, aspectos cruciales sin resolver. Es posible que esto haya encendido aún más las alarmas en la dirección del club blaugrana.