Hugo Guillamón castigó la pasividad defensiva del Barcelona con un chut que entró por toda la escuadra (m.70) para igualar el tanto inicial de Joao Félix (m.55) y rescatar un punto para el Valencia este sábado en el penúltimo partido del año.
El duelo en Mestalla estaba seriamente marcado por la necesidad. El Valencia, que sentía cada vez más la presión clasificatoria con cuatro derrotas consecutivas, saltó al césped con los inesperados Jesús Vázquez, Hugo Guillamón y Yaremchuk mientras que el Barcelona, que salió con Balde como principal novedad, llegaba herido y con muchas dudas en el entorno.
Y el Valencia convirtió en dos minutos las urgencias en ganas. Después de la victoria del Celta que reducía en seis puntos la distancia con el descenso, el Valencia, que suele crecerse en escenarios como este, avisó al Barcelona. Un rápido saque de banda que Diego López centró al área sorprendió a la zaga culé, que vio como Yaremchuk, a la media vuelta, remataba. Pero el chut del ucraniano fue despejado por un seguro Iñaki Peña.
Lejos del guion esperado, el Valencia arrinconó en los quince primeros minutos al equipo de Xavi. Con ideas claras y precisión, los locales llegaban con facilidad al área azulgrana, este sábado ataviado de color amarillo, pero las intentonas de Hugo Duro y Yaremchuk se quedaban en intenciones más que en ocasiones claras.
Poco a poco, el Barcelona, con un Rapinha que llevaba el peso del juego culé desde la banda derecha, encontró la manera de increpar a un rival aplicado y sacrificado en defensa. La ocasión más clara del partido fue de Lewandowski con un chut a bocajarro que despejó Mamardashvili (m.29).
El Valencia, algo cansado, bajó inevitablemente el ritmo. Aunque el Barcelona se apoderó del balón, los locales no sufrían. Pelotazos, imprecisión y ninguna superioridad. Todo lo que no le gusta a Xavi reflejaba su equipo. Mientras, el Valencia salía bien cuando recuperaba en la presión, pero le faltaba acierto en los últimos metros. Tampoco estuvo acertado Joao Félix para marcar el primero en los últimos compases del primer tiempo.
Tras el descanso, el Barcelona comenzó a ser más reconocible, a generar superioridades. Gundogan perdonó al Valencia con un chut que se marchó rozando la madera y solo dos minutos después De Jong se inventó un pase brillante para Rapinha, que se la cedió de primeras a Joao Félix para que el portugués castigara a placer a los blanquinegros (m.55).
El partido parecía otro. El Barcelona controlaba ante un Valencia incapaz de merodear el área culé hasta el minuto 70. Los visitantes se relajaron, comenzaron a conducir sin sentido y el equipo de Baraja detectó su oportunidad. Tras un balón alto y en un descontrol en el área, Guillamón penalizó la nula contundencia defensiva de su rival con un golazo.
En la siguiente jugada, Ferran se quedó cerca de volver a avanzar al Barcelona, pero el equipo catalán se estampó con un inmenso Mamardashvili y con una acertada defensa que impidió la remontada del equipo de Xavi, que sigue sin encontrar resultados y cada vez más descolgado de LaLiga.
MGC