El arbitraje es todo para Marco Villacís. Con lo que gana mantiene a su hijo y esposa, y si se le pagara al día tendría un ingreso de unos $390 mensuales, contó a este Diario. Mas el que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) le adeude pagos de nueve meses del 2019 y el que no haya actividad en las ligas barriales por el coronavirus ha convertido en crítica su situación económica.
Villacís es réferi de la segunda división profesional del fútbol ecuatoriano, y la realidad de él se replica en cientos de familias del país, donde la cabeza de hogar es un árbitro de segunda, tercera o cuarta categoría, indicó Vinicio Espinel, vicepresidente de la Asociación de Árbitros de Pichincha.
“Los ahorros se acabaron y no sé qué haré ahora. No le pedimos nada extraordinario a la FEF, solo que nos cancele lo trabajado, ni siquiera le exigimos que nos paguen todo sino una parte para poder subsistir”, refirió Villacís.
Mónica Amboya, árbitra FIFA, corroboró el duro momento que pasan sus colegas y contó que ella igual sufrió en sus inicios, hace 22 años. Hoy su economía es estable porque además de dirigir en primera, ella cuenta con ingresos por torneos internacionales y aparte es docente en Riobamba, ciudad donde vive.
Espinel no solo culpó a la Ecuafútbol de esta situación, también lanzó dardos contra el presidente de la agremiación arbitral, Luis Muentes. “Él ha politizado la situación con los presidentes de la Ecuafútbol y de la LigaPro, y por eso no exige el pago a nuestros compañeros”, indicó Espinel.
Con la para del torneo ya no pudimos reunirnos con nadie, qué presión puedo hacer (para que se pague). Tenemos que dialogar y esperar. Luis Muentes, presidente arbitral
“Como los árbitros de serie A y B ahora tienen un sueldo fijo y además reciben comisiones por partidos dirigidos, la mayoría se ha deslindado del tema y han dejado solos a los chicos, y todo se ha dado con el aval de Muentes, que no pelea por todos”, añadió.
Sin tener todavía una respuesta satisfactoria para sus compañeros, Muentes indicó que la paralización de actividades por el coronavirus complicó más la situación, y prefirió no confrontar con Espinel.
“No puedo responderle porque yo respondo a los intereses de todos los árbitros del Ecuador. Habíamos llegado a un acuerdo con la Federación, se nos iba a pagar desde marzo y se podía cubrir hasta un 50 % de la deuda total (cerca de $1 millón). Ellos contaban con la taquilla del juego de eliminatorias contra Uruguay y un dinero que iban a recibir por la Copa América 2020, pero todo se suspendió por el coronavirus”, explicó el dirigente arbitral.
Lamentó que sus compañeros estén pasando penurias por la falta de dinero, pues si no hubiera la emergencia sanitaria, dijo, ellos podrían tener otros ingresos al pitar en torneos empresariales o barriales.
“Duele lo que está pasando porque la mayoría son padres de familia. Estamos viendo de qué forma paliamos la situación de nuestros compañeros para que algo de dinero les llegue. Ojalá entre hoy o mañana (el pasado jueves y ayer) tengamos una respuesta concreta de la tesorera de la Ecuafútbol y dependiendo de lo que me diga hablaré con el presidente (Francisco Egas)”, añadió.(D)