Francisco Xabier Azkargorta Uriarte, más conocido como el “Bigotón”, falleció a los 72 años en Santa Cruz de la Sierra, dejando tras de sí un legado imborrable en el fútbol boliviano. Su muerte, producto de prolongadas complicaciones cardíacas, marca el cierre de una etapa histórica para “La Verde”.
Azkargorta llegó a la selección boliviana en 1993 y dirigió al equipo durante las eliminatorias hacia la Copa Mundial de Estados Unidos 1994. Bajo su mando, Bolivia logró su única clasificación directa a un Mundial, un hito que elevó su estatura a la de leyenda. Su enfoque metódico y su liderazgo convirtieron a la Verde en un rival respetado, dejando huella en una generación de hinchas.
Más allá de la selección, el técnico español tuvo un recorrido muy amplio en el fútbol boliviano. Dirigió equipos como Oriente Petrolero, Bolívar, Sport Boys y Atlético Palmaflor, y con Bolívar alcanzó uno de sus momentos más notables al llegar a semifinales de la Copa Libertadores en 2024. Además, su experiencia internacional lo llevó a trabajar en Chile, México y Japón, aunque siempre fue en Bolivia donde su nombre resonó con más fuerza.
Su formación como médico —era licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona— se reflejaba en su estilo de entrenador: analítico, disciplinado y con una visión clara para construir proyectos deportivos a largo plazo. La partida de Azkargorta ha generado un profundo pesar en el ámbito futbolístico boliviano, que lo recuerda como un pilar fundamental en la historia de su selección.