La semifinal del Reducido de la Primera Nacional entre Deportivo Madryn y Deportivo Morón terminó con una polémica histórica: tras el pitazo final, se desató una batalla campal entre jugadores, cuerpos técnicos y allegados, que exigió la intervención directa de la policía.
El partido, disputado en el Estadio Coliseo del Golfo, se definió con un solitario gol de cabeza de Santiago Postel para Madryn, a los 13 minutos del primer tiempo. La jugada nació de un tiro libre muy discutido, ya que la falta fue sancionada por el árbitro Pablo Echavarría, lo que generó fuertes reproches del equipo visitante.
Apenas comenzado el segundo tiempo, la tensión escaló: Joaquín Livera fue expulsado por propinar un codazo, dejando a Morón con un jugador menos. Esa situación cargó aún más el ambiente, que explotó tras el silbatazo final con empujones, insultos y forcejeos prolongados en el césped.
La policía ingresó al campo para separar a los protagonistas, pero la violencia persistió minutos después, incluso con el uso de gas pimienta para dispersar a algunos jugadores visitantes, según muestran los videos que se viralizaron. La clasificación de Madryn quedó empañada por los incidentes, que podrían acarrear sanciones para ambas instituciones.