Luis Advíncula volvió a abrir uno de los capítulos más dolorosos de su carrera en el programa de ‘La fe del ‘Cuto’: el repechaje rumbo al Mundial de Qatar 2022. El lateral de la selección peruana reconoció que aún carga con la responsabilidad del penal fallado ante Australia, una acción que, según él, influyó directamente en la eliminación. “Yo siempre voy a decir que no fuimos a ese Mundial por mi culpa, porque yo fallé”, confesó, dejando claro que su autocrítica sigue intacta con el paso del tiempo.
El jugador recordó que, pese a que Álex Valera erró el lanzamiento decisivo, él se considera el principal responsable por su jerarquía y trayectoria en el equipo. “Muchos dicen que no, que Valera falló el último penal, pero el que tenía más espalda, el de experiencia, era yo. Yo debí meter ese penal”, señaló. Revivió incluso la jugada exacta: el balón chocando en el palo, recorriendo la línea y escapándose de la portería. “Si yo lo hacía, metíamos los cinco y estábamos en el Mundial”, lamentó.
También describió el impacto emocional que vivió tras aquella noche. Advíncula confesó que fue uno de los días más duros de su vida futbolística: no pudo comer ni dormir, y el golpe anímico fue profundo. Solo encontró alivio al viajar con sus hijos a Argentina, donde —según cuenta— pudieron consolarlo. “Fue durísimo”, expresó, recordando la frustración que experimentó en las horas posteriores a la derrota.
‘Cuto’ Guadalupe, quiso poner en contexto la presión de patear un penal en un partido definitorio y recordó que incluso las más grandes leyendas han fallado en momentos clave. “No cualquiera va a patear un penal; han fallado Pelé, Maradona…”, mencionó.
Finalmente, Advíncula reconoció que esa “mancha” lo acompañará siempre, tal como le sucedió a su propio tío, quien también vivió episodios duros con la selección peruana. Para él, anotar aquel penal habría significado llevar a Perú a su segundo Mundial consecutivo, un hecho histórico que —según afirma— habría marcado una verdadera locura en el país. Pese al paso del tiempo, el jugador no evade la responsabilidad y reafirma su compromiso emocional con la camiseta nacional.