En pleno desarrollo de la Copa América, la situación de Ángel Di María, una de las figuras más destacadas de la selección de Argentina, ha capturado la atención del país. Desde que el jugador expresó su deseo de regresar a Rosario, su ciudad natal, para jugar en Rosario Central, una serie de eventos preocupantes ha complicado su sueño. Amenazas, tiroteos y notas intimidatorias en la puerta de su casa han escalado la situación hasta el ámbito político más alto, generando una ola de críticas y una creciente demanda de mayor seguridad entre la población.
Maximiliano Pullaro, Gobernador de la Provincia de Santa Fé, se ha pronunciado recientemente sobre el tema, aclarando que las autoridades no han contactado formalmente a Di María para garantizar su seguridad y la de su familia. En esa línea, Pullaro advirtió que si el jugador decide regresar a Rosario, deberá aceptar ciertas restricciones a sus libertades personales.