Concluyó la estadía del Espanyol en Vielha, cinco días en los que empezaron a ponerse a tono para una temporada que será larga. Como lo está siendo el verano, pese a que ni siquiera se ha alcanzado la primera quincena de julio, en materia de mercado. Se marcharon Sergio García y Lucas Vázquez, y en breve lo harán Kiko Casilla y Cristhian Stuani. Especialmente el uruguayo, cuyo traspaso puede cerrarse en las próximas horas, de modo que ni le hará falta incorporarse a la disciplina perica tras unas semanas de permiso por haber disputado la Copa América.
Entre este lunes y el martes prevé el club cerrar la venta del delantero al Middlesbrough, por tres millones de los que solo 300.000 euros acabarán en la caja fuerte, ya que la Reggina se llevará 1,5 millones al poseer la mitad de sus derechos y 1,2 más por lo que se adeudaba aún de su compra, hace tres años. Pero se ahorra el Espanyol algo aún mayor: una posible denuncia y la eventual prohibición para fichar.
No se presume tan inmediato el adiós de Casilla, aunque todo depende de que el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, telefonee de nuevo al presidente blanquiazul, Joan Collet, con una contraoferta que ronde los seis millones de euros, con lo que se desbloquearían las negociaciones y se cerraría el traspaso. La reunión que Collet y el propio Casilla mantuvieron la noche del sábado en Vielha, con bastante carga de seriedad, sirvió para confirmar que las posturas están enrocadas a la espera de ese aumento: el presidente no cede por cuatro millones y el portero, como es lógico, está impaciente por saber si su futuro está ligado a uno de los clubes más importantes del mundo. Es solo cuestión de tiempo que así sea.
Y, mientras se resuelve la marcha de ambos jugadores, el club no está cruzado de brazos. La dirección deportiva ha hecho los deberes y cuenta con candidatos de garantías para sustituirles. Por Casilla llegaría un guardameta con experiencia en España, si bien no tendría ni mucho menos la titularidad asegurada, puesto que el cuerpo técnico confía plenamente en la proyección y el presente de Pau López.
En el caso de Stuani, el reemplazo ya está bastante perfilado: Gerard Moreno cuenta con bastantes posibilidades de regresar al Espanyol, club en el que se formó hasta la edad de cadete. El barcelonés, de Santa Perpetua de Mogoda, vería con buenos ojos regresar a casa ante la incertidumbre de saber si el Villarreal acaba de apostar por él. De momento, ha declinado renovar (acaba contrato en 2016), por lo que su compra podría salirle al club perico por menos de un millón de euros, siempre que deje a los ‘groguets’ guardarse una parte de los derechos en caso de una futura venta.