La dureza física de Austria ha dado paso esta noche en Escocia a los amistosos de pretemporada para la Real Sociedad. Y precisamente eso, las palizas con triples sesiones a las que ha sometido David Moyes a sus jugadores en la concentración de Obertraun, se ha notado en Saint Mirren Park contra el Celtic Glasgow. Para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno, porque pese a llevar sólo siete días de trabajo veraniego, los txuri-urdin han mostrado una envidiable preparación física, un fondo que otros veranos a la Real le había costado coger algo más de tiempo. Pero para lo malo, porque tanta carga física en tan poco tiempo pasa factura, y a los realistas se les ha visto pesados y eso les ha restado frescura y claridad en los metros finales, algo que se ha notado sobre en la recta final del partido, precisamente cuando el equipo escocés ha decantado la balanza y ha tenido las mejores ocasiones. De ahí, el resultado: una derrota por la mínima sosa, con poco picante y menos historia.
Aún así, no se le puede reprochar demasiado a la Real. No hizo un partido brillante, pero tampoco se esperaba que lo hiciera. Y sin embargo, sí ha dejado detalles esperanzadores, pese a la derrota. Se ha visto un equipo compacto, serio, bien trabajado y muy pesado para el rival. Aunque le ha faltado más presencia en ataque y más fluidez a la hora de mover la pelota. Eso tiene que ir llegando, con los partidos y el trabajo de pretemporada. No hay que olvidar que enfrente estaba un Celtic bastante más rodado y más entero físicamente. Con todo, la Real de Moyes ha salido enchufada al partido, ha gozado de acercamientos con relativo peligro (como el disparo desde la frontal de Yuri Berchiche) y ha intentado llevar el peso del juego teniendo la pelota. Aunque es cierto que esa intención, como era previsible, se ha ido apagando según pasaban los minutos.
De entrada, Moyes ha sacado un primer once mezcla de la base con la que terminó la temporada pasada con algunos de los jóvenes en los que más confianza tiene, como Hervías y Capilla. Y ha sorprendido luego no sacando un equipo nuevo completo en el descanso, incluso dando los 90 minutos a Rulli, en lugar de probar a un de los otros tres porteros de la cantera que se ha llevado a Escocia para empezar a ver con cuál se va a quedar para ser el suplente del argentino. Ha preparado el partido como un ensayo general en toda regla, poniendo un once muy reconocible y luego dando entrada poco a poco a los recambios en la segunda parte, para dar frescura y para ir viendo a los jóvenes de la cantera con los que trabaja estos días. Ha dado la oportunidad al extremo zurdo Oyarzun, una joven promesa que ha dejado detalles esporádicos y que es capaz de mucho más, y sobre todo ha dado la alternativa a Muguruza, atacante recién llegado al filial que ha disfrutado de sus primeros minutos en el primer equipo. Su presencia desde la izquierda ha sido seguramente lo mejor de los últimos minutos del partido, porque ha demostrado descaro y decisión, con dos remates muy complicados que han estado cerca de terminar en gol. Al final, no ha llegado y la Real de Moyes ha perdido en su primer amistoso del verano. Una primera prueba, clásica por su pesadez de la época estival, que sirve para sacar las primeras conclusiones, como que el trabajo va por buen camino, pero todavía falta mucho por recorrer, esta Real está todavía un poco verde. Nada alarmante. Esto no ha hecho más que empezar.