"Hasta hoy pensaba que el favorito era Contador, pero se ha dejado un tiempo muy bueno. Creo que todo está muy igualado", aseguró el belga Eddy Merckx, quíntuple ganador del Tour de Francia.
"Hasta que no acabe la contrarreloj por equipos no sabremos qué hay, creo que va a ser un Tour de mucho suspense, con cuatro favoritos en un pañuelo", agregó.
El "caníbal" visitó la caravana de la ronda gala o, mejor dicho, fue la carrera la que visitó al caníbal, ya que en el transcurso de la tercera etapa pasó por Meensel-Kiezegem, la localidad de nacimiento de Merckx.
El belga siguió la carrera en el coche de su "amigo" Bernard Hinault, también ganador de cinco Tours de Francia y que ahora es relaciones públicas de los organizadores.
Hinault: "Me veo reflejado en Quintana"
Bernard Hinault, que sigue desde hace años el Tour de Francia, analiza a las generaciones de corredores que llegan al pelotón y reclama siempre un ciclismo ofensivo, "a la antigua", una forma de correr que ahora ve en el colombiano Nairo Quintana.
"Su historia le ha ayudado a ser lo que es hoy. Su vida no ha sido fácil, como no lo fue la mía. Eso forja un carácter. Me veo un poco reflejado en él", asegura el bretón en una entrevista con Efe.
Hijo de una modesta familia de agricultores de Bretaña, el joven Bernard se decantó por la bicicleta como medio de transporte en el escarpado terreno donde vivía.
Quintana se veía obligado a recorrer cada día 13 kilómetros para acudir a la escuela en las montañas de Boyacá, una distancia ascendente cuando regresaba a la casa de campesinos de sus padres.
Hinault no es amigo de halagos y tampoco le regala ninguno al menudo ciclista del Movistar, que en la primera etapa en línea perdió ayer casi minuto y medio con los favoritos.
"Si es cierto que tiene el carácter que creo que tiene, creo que eso le va a ayudar, le va a estimular. A mi me estimularía para ir a la guerra, para atacar en cada oportunidad y recuperar el tiempo perdido", señala el quíntuple ganador del Tour, extremadamente prudente a la hora de hacer pronósticos.
Pese a sus 25 años y a que este es su segundo Tour, Hinault le considera suficientemente maduro para afrontar mentalmente estos golpes duros que siempre da la carrera.
"No es un recién llegado. En su primera actuación fue segundo y ya sabe lo que es ganar una gran vuelta. Estoy convencido de que va a saber gestionar este tipo de situaciones, de que no va a caer en el pánico", explica Hinault, en referencia al vencedor del Giro de Italia del año pasado.
El francés, que trabaja como relaciones públicas para los organizadores del Tour de Francia, ve las fuerzas "muy igualadas" entre los cuatro favoritos al podium final, aunque reconoce que todavía es pronto para sacar ninguna conclusión.
"Queda todo el Tour y, sobre todo, mucha montaña. Todavía no sabemos las fuerzas de cada uno, pero estoy seguro de que tras la contrarreloj por equipos de Plumelec (la novena etapa antes de la primera etapa de reposo) sabremos más del estado de los favoritos", asegura.
Hinault no tiene dudas de que Alberto Contador puede encadenar la victoria del Tour tras haber ganado el Giro de Italia, algo que él mismo logró en 1982 y 1985.
"Creo que hay tiempo suficiente para recuperar y que él lo ha gestionado bien porque sabe cómo hacerlo. Se ha marcado un reto y tiene que concentrarse en lograrlo", comentó el francés.
La clave está "en controlar los esfuerzos", aunque, como siempre, Hinault apuesta por el ataque como mejor armar para afrontar este tipo de pruebas.
"Contador tiene el espíritu ofensivo y creo que puede conseguir las dos pruebas en condiciones de ganarlas", insiste.
En vísperas de la etapa de los "pavés" que mañana se disputará entre Seraing y Cambrai, Hinault cree que será de nuevo Nibali quien trate de obtener ventaja, algo que el italiano de Astana ya hizo el año pasado, cuando terminó venciendo en la general.
"Froome y Quintana son una incógnita en este terreno, Contador perdió algo de tiempo el año pasado, pero creo que en esta ocasión, en la que se anuncia buen tiempo, puede afrontarlo mejor", indica.