Egan Bernal y Nairo Quintana son dos de las figuras más importantes del ciclismo colombiano, pero viven historias completamente diferentes en la actualidad.
Uno está feliz porque volvió a las competencias, pero el otro sufre porque tiene un gran problema encima.
Mientras Bernal regresó a las carreras luego de su accidente del pasado 24 de enero, Quintana busca defenderse con todo para aclarar su violación a una norma de la Unión Ciclista Internacional (UCI), por la supuesta utilización de tramadol, sustancia que no está permitida.
Egan Bernal terminó este sábado la Vuelta a Dinamarca. El martes pasado cumplió 11 meses y 11 días de sus última competencias, la Vuelta a España del 2021, y 6 meses y 21 días después de haberse chocado contra un bus en la vía Bogotá-Tunja.
El campeón del Tour de Francia del 2019 casi pierde la vida, estuvo a punto de quedar en silla de ruedas, pero se recuperó pronto.
Sufrió fractura de vértebras, fractura de fémur derecho, fractura de rótula derecha, trauma torácico, un pulmón perforado y varias costillas fracturadas.
Se confirmó que volvía a la sala de cirugía por una osteosíntesis de una fractura del segundo metacarpiano de la mano derecha y por el manejo de lesiones dento-alveolares que presentó en la boca.
En sus redes sociales fue demostrando su pronta y rápida recuperación. Los primeros pasos con ayuda de los médicos, cómo hacía flexiones en una camilla y cómo se subió a la bicicleta estática para dar sus primeros pedalazos fueron la noticia.
El 27 de abril viajó a Europa, pero no a correr, seguiría su proceso cerca del departamento médico del Ineos. Poco tiempo después su mamá, Flor Marina Gómez, informó que se sometía a un tratamiento contra el cáncer de mamá, pero Bernal no regresó al país.
Poco a poco se comenzó a idear la manera de volver a correr. Se dijo que lo haría en la Vuelta a Burgos, luego que en la Vuelta a España, después que la Vuelta a Alemania, pero finalmente fue en Dinamarca, una carrera en la que no tenía presión.
(No deje de leer: Dibu Martínez, 'víctima de su medicina': así reaccionó a provocación de un rival).
Egan Bernal, poco a poco
La idea era que volviera a sentirse ciclista, estar en un lote, ayudarle a sus compañeros y eso es lo que ha hecho.
Bernal está comprometido con el Ineos y la idea es que entre en la dinámica del lote y eso ha hecho. Como es normal, no iba a pelear el título, tampoco la meta era pelear un triunfo parcial. El solo regreso a competir, a estar con sus compañeros en el bus, en una charla técnica o pedaleando era la ganancia.
Cumplió la tarea de poner paso llevando a sus compañeros. Su labor fue más intensa cuando su compañero, Magnus Sheffield, se puso al frente de la general.
En todas las etapas cedió tiempo, normal. Y lo hacía porque en los últimos kilómetros de cada jornada la orden era levantar el pedal para evitar caídas, pero no se salvó.
El viernes en la etapa con salida y llegada a Skive, de 167 kilómetros se fue al suelo en una curva, pero sin consecuencias. Se paró, vio que su integridad física estaba bien, le cambiaron la bicicleta y siguió su marcha.
Lo de Bernal en Dinamarca es un éxito, a pesar de que se retiró en la última etapa. Volvió a las competencias, sin ganar, pero volvió.
Todo lo que se haga de acá en adelante es ganancia, quizás, del 2023, aunque no se sabe qué nivel alcanzará y si volverá a ser el ciclista ganador y que luche por los títulos en las carreras más importantes.
(Siga leyendo: Piqué, gravemente señalado: revelan el estado de Shakira tras la dura separación).
Nairo asume su defensa
Es el sello de la moneda. En el arranque de la semana se conoció la renovación de Nairo por tres años más con el equipo francés Arkéa-Samsic, pero todo se vino abajo.
Estaba ilusionado con tomar parte en la Vuelta a España, con luchar por el podio como lo dijo, pero eso solo fue un sueño.
El miércoles, una comunicación de la UCI lo notificaba de su descalificación del pasado Tour de Francia, en el que terminó en la sexta casilla, porque sus exámenes de sangre arrojaron la sustancia tramadol, que se utiliza para el dolor.
El caso no es considerado como dopaje, pues el tramadol es una medicina que no está prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), pero sí para la UCI en competencia.
Sin embargo, Quintana puso la cara, dijo que se defendería, pero que estaría en la Vuelta, que haría parte de su escuadra.
El jueves en la mañana todo cambió. En un video, el campeón del Giro de Italia del 2014 indicó que no participaba en la Vuelta, prueba que ganó en el 2016.
"No tengo cabeza y tampoco el cuerpo va a responder. Me voy a casa y asumiré mi defensa por la notificación que he recibido por parte de la UCI", aseguró.
El ciclista boyacense negó que hubiera tomado tramadol durante el Tour y dijo que siempre ha competido de manera limpia.
(Le recomendamos: Nairo Quintana: los argumentos que tendría para salvarse de la sanción en el TAS).
Sébastien Hinault, director de su equipo, interrogado por el tema, manifestó que “no tenía idea” de donde salió el tramadol.
No es la primera vez que Quintana se ve en estos problemas. En el 2020, la gendarmería francesa allanó una habitación de un hotel en el que él y sus compañeros estuvieron en el Tour de Francia de ese año.
Nairo, su hermano Dáyer y Winner Anacona fueron interrogados sobre el tema, pero dos años después no se sabe su la investigación sigue abierta.
Por el momento, el pedalista colombiano ultima detalles para presentar la apelación ante el Tribunal de Arbitramento del Deporte. Solo tiene plazo de 10 días para eso, luego de la notificación.Egan y Nairo, la cara y el sello del presente del ciclismo colombiano.
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Egan Bernal y Nairo Quintana son dos de las figuras más importantes del ciclismo colombiano, pero viven historias completamente diferentes en la actualidad.
Uno está feliz porque volvió a las competencias, pero el otro sufre porque tiene un gran problema encima.
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Egan Bernal terminó este sábado la Vuelta a Dinamarca. El martes pasado cumplió 11 meses y 11 días de sus última competencias, la Vuelta a España del 2021, y 6 meses y 21 días después de haberse chocado contra un bus en la vía Bogotá-Tunja.
El campeón del Tour de Francia del 2019 casi pierde la vida, estuvo a punto de quedar en silla de ruedas, pero se recuperó pronto.
Sufrió fractura de vértebras, fractura de fémur derecho, fractura de rótula derecha, trauma torácico, un pulmón perforado y varias costillas fracturadas.
Se confirmó que volvía a la sala de cirugía por una osteosíntesis de una fractura del segundo metacarpiano de la mano derecha y por el manejo de lesiones dento-alveolares que presentó en la boca.
En sus redes sociales fue demostrando su pronta y rápida recuperación. Los primeros pasos con ayuda de los médicos, cómo hacía flexiones en una camilla y cómo se subió a la bicicleta estática para dar sus primeros pedalazos fueron la noticia.
El 27 de abril viajó a Europa, pero no a correr, seguiría su proceso cerca del departamento médico del Ineos. Poco tiempo después su mamá, Flor Marina Gómez, informó que se sometía a un tratamiento contra el cáncer de mamá, pero Bernal no regresó al país.
Poco a poco se comenzó a idear la manera de volver a correr. Se dijo que lo haría en la Vuelta a Burgos, luego que en la Vuelta a España, después que la Vuelta a Alemania, pero finalmente fue en Dinamarca, una carrera en la que no tenía presión.
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La idea era que volviera a sentirse ciclista, estar en un lote, ayudarle a sus compañeros y eso es lo que ha hecho.
Bernal está comprometido con el Ineos y la idea es que entre en la dinámica del lote y eso ha hecho. Como es normal, no iba a pelear el título, tampoco la meta era pelear un triunfo parcial. El solo regreso a competir, a estar con sus compañeros en el bus, en una charla técnica o pedaleando era la ganancia.
Cumplió la tarea de poner paso llevando a sus compañeros. Su labor fue más intensa cuando su compañero, Magnus Sheffield, se puso al frente de la general.
En todas las etapas cedió tiempo, normal. Y lo hacía porque en los últimos kilómetros de cada jornada la orden era levantar el pedal para evitar caídas, pero no se salvó.
El viernes en la etapa con salida y llegada a Skive, de 167 kilómetros se fue al suelo en una curva, pero sin consecuencias. Se paró, vio que su integridad física estaba bien, le cambiaron la bicicleta y siguió su marcha.
Lo de Bernal en Dinamarca es un éxito, a pesar de que se retiró en la última etapa. Volvió a las competencias, sin ganar, pero volvió.
Todo lo que se haga de acá en adelante es ganancia, quizás, del 2023, aunque no se sabe qué nivel alcanzará y si volverá a ser el ciclista ganador y que luche por los títulos en las carreras más importantes.
(Siga leyendo: Piqué, gravemente señalado: revelan el estado de Shakira tras la dura separación).
Nairo asume su defensa
Es el sello de la moneda. En el arranque de la semana se conoció la renovación de Nairo por tres años más con el equipo francés Arkéa-Samsic, pero todo se vino abajo.
Estaba ilusionado con tomar parte en la Vuelta a España, con luchar por el podio como lo dijo, pero eso solo fue un sueño.
El miércoles, una comunicación de la UCI lo notificaba de su descalificación del pasado Tour de Francia, en el que terminó en la sexta casilla, porque sus exámenes de sangre arrojaron la sustancia tramadol, que se utiliza para el dolor.
El caso no es considerado como dopaje, pues el tramadol es una medicina que no está prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), pero sí para la UCI en competencia.
Sin embargo, Quintana puso la cara, dijo que se defendería, pero que estaría en la Vuelta, que haría parte de su escuadra.
El jueves en la mañana todo cambió. En un video, el campeón del Giro de Italia del 2014 indicó que no participaba en la Vuelta, prueba que ganó en el 2016.
"No tengo cabeza y tampoco el cuerpo va a responder. Me voy a casa y asumiré mi defensa por la notificación que he recibido por parte de la UCI", aseguró.
El ciclista boyacense negó que hubiera tomado tramadol durante el Tour y dijo que siempre ha competido de manera limpia.
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Sébastien Hinault, director de su equipo, interrogado por el tema, manifestó que “no tenía idea” de donde salió el tramadol.
No es la primera vez que Quintana se ve en estos problemas. En el 2020, la gendarmería francesa allanó una habitación de un hotel en el que él y sus compañeros estuvieron en el Tour de Francia de ese año.
Nairo, su hermano Dáyer y Winner Anacona fueron interrogados sobre el tema, pero dos años después no se sabe su la investigación sigue abierta.
Por el momento, el pedalista colombiano ultima detalles para presentar la apelación ante el Tribunal de Arbitramento del Deporte. Solo tiene plazo de 10 días para eso, luego de la notificación.Egan y Nairo, la cara y el sello del presente del ciclismo colombiano.
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