Mike Tyson es, sin duda, una de las figuras más emblemáticas en la historia del boxeo, conocido por su imparable poder de nocaut y su estilo agresivo dentro del cuadrilátero. Con un récord de 50 victorias y 6 derrotas, 44 de esas victorias llegaron por la vía rápida, muchas de ellas en los primeros rounds.
Esa combinación de fuerza arrolladora y rapidez hizo de él el campeón más temido de su era, un título que muchos se siguen preguntando si lo coloca al mismo nivel que otras leyendas del boxeo como Muhammad Ali, George Foreman, Joe Louis o Rocky Marciano.
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Mike Tyson, considerado el hombre más temido del mundo
El problema con Tyson, sin embargo, es que su legado está marcado tanto por su grandeza como por sus fallos fuera del ring. Su carrera sufrió un golpe fatal después de la muerte de su mentor, Cus D'Amato, a los 20 años. Sin la guía de D'Amato, Tyson perdió la disciplina y el enfoque que le habían permitido alcanzar lo más alto.
A pesar de ello, logró hacerse con el título de campeón mundial de peso pesado a una edad temprana, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia. Además, fue el primer boxeador en ser reconocido como campeón indiscutido, al poseer los tres cinturones principales de la época.
A pesar de su prodigioso talento, la vida de excesos, las decisiones equivocadas y su encarcelamiento interrumpieron lo que podría haber sido una carrera aún más legendaria. Antes de su tiempo en prisión, sufrió una de las derrotas más sorprendentes de la historia del boxeo al perder contra Buster Douglas, un golpe que marcó el inicio de una serie de tropiezos.
Tras salir de la cárcel, Tyson no logró recuperar su antigua gloria y fue derrotado por Evander Holyfield (dos veces), Lennox Lewis, Danny Williams y Kevin McBride, con su enfrentamiento con Lewis llegando cuando Tyson ya no era el mismo.
Lo que destaca de estas derrotas es que, en todos esos combates, Tyson no llegó a la distancia final. Muchos lo acusan de haber evitado a grandes rivales de su tiempo, como George Foreman o Riddick Bowe, y critican el hecho de que sus victorias más destacadas, como contra Larry Holmes, Michael Spinks o Frank Bruno, no sean suficientes para silenciar las dudas sobre su verdadero legado.
A pesar de las controversias, durante su apogeo, Tyson fue el hombre al que todos querían evitar. Su agresividad, su velocidad y, por supuesto, su poder de nocaut lo convirtieron en el boxeador más temido de su generación.
En los años 80, cuando estaba en su mejor momento, Muhammad Ali, uno de los más grandes de todos los tiempos, comentó: "No sé qué habría pasado si me hubiera golpeado, pero para eso tendría que atraparme". La sentencia subraya la admiración por la brutalidad de Tyson, incluso por parte de una leyenda como Ali.
Hoy en día, a pesar de los años y las controversias que han marcado su carrera, el poder de Tyson sigue siendo innegable. En este sentido, se le compara con otros grandes pegadores de la historia como George Foreman, Deontay Wilder, Earnie Shavers o Sonny Liston. Si bien cada uno de estos boxeadores tiene su lugar en la historia por su fuerza, Tyson destacó por su combinación de rapidez y agresividad, que lo convirtió en una auténtica máquina de destruir rivales en el ring.
La leyenda de Tyson sigue viva, y su regreso al cuadrilátero, a los 58 años, promete ser una gran atracción. El AT&T Stadium será testigo este viernes de su regreso, cuando, a pesar de la edad, se espera que reúna a más de 80,000 espectadores, recordando al mundo por qué fue, en su mejor momento, el boxeador más temido del planeta.