Impresionante lleno lució el Chicago Frontier Fieldhouse, de Illinois en los Estados Unidos para la magna apertura de la gira que sostendrán las súper estrellas de NJPW con la empresa Ring of Honor. Tal como se reportó el día de ayer, ésta dio comienzo con “Global Wars 2016“.
Ahora presentamos para ustedes el reporte fotográfico de lo que fue esta inolvidable función donde se conjugaron dos de los estilos luchísticos más espectaculares de la actualidad, brindando al público luchas de alto nivel que los dejaron complacidos
Dalton Castle logró probablemente el mayor triunfo de su carrera cuando ganó el combate de supervivencia de Cuatro esquinas imponiéndose a Roderick Strong, Adam Page y ACH. Su oportunidad para contender por el Campeonato de la TV ya está dispuesta.
En seguida, en lucha de parejas, Cheeseburger y la leyenda Jushin Thunder Liger se asociaron para hacer causa común ante The Addiction (Christopher Daniels y Frankie Kazarian) a los que no tardaron en someter. Cheeseburger debutó en su primer ppv, y fue el encargado de definir la contienda ante un sorprendido Daniels.
Liger sigue siendo uno de los luchadores de NJPW, esto se demostró a lo largo de su lucha donde los aficionados lo aplaudieron cariñosamente.
En un episodio más del duelo entre War Machine (Hanson y Ray Rowe) y The Briscoes (Jay Briscoe Mark Briscoe), se puso en juego el Campeonato de parejas de RoH. Se desató una verdadera batalla, ya que los acérrimos rivales se conoce a la perfección, pero en esta ocasión la máquina de guerra fue la que inclinó la balanza a su favor.
El líder de los Ingorbernables de Japón, Tetsuya Naito sostuvo reñido duelo con Kyle O’Reilly. No estuvo en juego el máximo título de NJPW pero no por ello los luchadores dejaron de entregarse. La Destino puso punto final al combate en favor del japonés. Tras la lucha Naito volvió ha dar muestra de la soberbia que lo ha caracterizado, agrediendo arteramente a O’Reilly y despreciando una vez el cinturón que porta.
A continuación, Kazuchika Okada y Moose (acompañados por Gedo y Stokely Hathaway, respectivamente) se integraron perfectamente para superar a Hiroshi Tanahashi y Michael Elgin, una dupla que en la empresa del león ha gustado mucho, pero que ahora no pudieron salir avantes ante el embate de sus rivales.
Bobby Fish fue el encargado de devolver a casa el Campeonato Mundial de la TV de RoH, que se encontraba en poder del japonés Tomohiro Ishii desde febrero pasado cuando se lo arrebató a Roderick Strong. Digno de mención es señalar que Fish se mostró determinante y con una increíble capacidad de recuperación a los duros castigos a los que Ishii lo sometió. De esta forma, conquistó su primer título individual con la empresa estadounidense.
En una verdadera guerra de equipos, el Bullet Club (Tama Tonga, Tanga Loa y los Young Bucks) doblegaron a KUSHIDA, Matt Sydal y The Motor City Machine Guns (Alex Shelley y Chris Sabin). El ritmo de la lucha fue vertiginoso, con un despliegue de lances sorprendentes.
Impresionante resultó ver como se a afianzado el Bullet Club entre los aficionados estadounidenses y cómo esperaban ansiosos el anuncio de la inclusión de un nuevo luchador a esta facción.
En el encuentro principal por el Título Mundial de RoH, Jay Lethal (con Taeler Hendrix) enfrentó al favorito local Colt Cabana; en el curso de la lucha se dieron varias situaciones anómalas que derivaron a que se fuera sin decisión.
Primero Taeler fue expulsado por sus constantes intervenciones, aunque más tarde regresó y sacó al réferi Sinclair justo en el momento en el que los Young Bucks hacían su aparición en el ring y por error propinan a la autoridad senda súper kicks y lanzan dos playeras del Bullet Club a Lethal y Cabana.
En medio de la confusión, las luces se apagaron y al encenderse de nuevo apareció Adam Cole, portando la playera del Bullet Club y escoltado por los hermanos Jackson.
La locura se desató entre los aficionados, entonces Guerrillas of Destiny se sumó a la reunión centrando su ataque sobre Cabana. Luego se fueron sobre los comentaristas y aún peor, sobre el propio padre de los Young Bucks que intentó detenerlos. El Bullet Club no está muerto y comienza una nueva era de destrucción sin medida.
