Las Artes Marciales Mixtas son el deporte de contacto con más crecimiento en los últimos veinte años, mucho de ese crecimiento se debe a lo explosivo de sus encuentros y a la gama de estilos que maneja un peleador dedicado a este deporte. Aunque la gran mayoría de éste crecimiento se debe a la inversión que UFC ha hecho en su talento y en el desarrollo de encuentros atractivos, no sólo la empresa que dirige Dana White es la única que ha crecido, sino otras promociones sin tanto impacto a nivel global.
Otras, en el oportunismo literal, han aprovechado esa expansión para crear conceptos un poco más bizarros y que puedan derivar en un éxito inmediato por el morbo que generan, pero de no mucha duración por la falta de calidad en el contenido. Tal es el caso de la Lingerie Fighting Championship, donde bellas deportistas compiten por ser la mejor. Aunque la empresa admite que no es MMA pura, sino que está mezclada con lucha libre y poca ropa. La empresa ha tenido veinte eventos hasta el momento, los cuales se han vendido como ppv y pueden conseguirse en diversas plataformas además de las convencionales, como en iTunes y Google Play.
Fue precisamente en éste último evento donde debutó una vieja conocida de los aficionados de la lucha libre, Shelly Martínez, quien fuera conocida en WWE como Ariel durante el resurgimiento de la ECW, y que después apareciera en TNA como Salinas, además de aparecer en varias empresas independientes, entre ellas Perros del Mal en México. Esta ocasión, Martínez fue presentada como Shelly “Aphrodite” DaSilva, curiosamente su debut fue contra otra luchadora del circuito independiente, quizá la mejor en la actualidad, Cheerleader Melissa, quien en la empresa de lencería es presentada como Sheila “Crash” Cardinal, y ha estado prácticamente en todo el camino de la LFC, pues ha tomado parte en 17 eventos.
Si la lucha hubiera sido narrada por el inolvidable Joey Styles sin lugar a dudas hubiera estado llena de la palabra “catfight”. No dio para mucho el encuentro, y Melissa, que diga Sheila, hizo rendir a Martínez, que diga DaSilva. Después de la decisión oficial, Shelly se fue encima de la ganadora para sacar su estrés. Sheila terminó con record de 9-8 en la empresa.