En el episodio de Monday Night Raw posterior a WrestleMania 32, AJ Styles venció a Chris Jericho, Kevin Owens y Cesaro en una lucha fatal de cuatro esquinas para convertirse en el retador número uno al Campeonato Mundial de Peso Completo WWE. Por esta razón, El Fenomenal se enfrentará a Roman Reigns en Payback, evento a celebrarse este 1 de mayo.
Como informamos recientemente en SÚPER LUCHAS, la idea principal de este combate es que cimiente las bases de una rivalidad entre el Bullet Club (AJ Styles, Karl Anderson y Luke Gallows) y The Shield (Roman Reigns, Seth Rollins y Dean Ambrose).
Sin embargo —a pesar de la exorbitante emoción que generaría una reunión de Los Sabuesos de la Justicia para combatir al popular grupo formado en NJPW—, ¿es este realmente el momento adecuado para que The Shield se reagrupe? No, no ahora. ¿Las razones? A continuación.
5- La rivalidad entre los ex integrantes del grupo no ha terminado
Desde la separación de The Shield en junio de 2014, los ex integrantes del grupo no se han enfrentado en una triple amenaza. Seth Rollins y Dean Ambrose protagonizaron una interesante rivalidad durante ese año —posterior a la traición de El Arquitecto—, siendo retomada a mediados de 2015. Roman Reigns, por su parte, sólo ha construido una ‘rivalidad de competencia’ entre hermanos con El Lunático Radical, pero nada que desencadene combates en escenarios pletóricos.
Como la enemistad entre el trío es evidente, WWE aún puede sacar partido de la química que se genera con y gracias a ellos. Roman Reigns no le ha cobrado la traición a Seth Rollins y parecería ilógico que, como si nada hubiese pasado, se reconciliaran. La dirección creativa debe exprimir esta rivalidad al máximo antes de pensar en reagrupar a The Shield, porque —con el equipo conformado—se ve muy lejano que presenciemos la anhelada triple amenaza entre los ex Los Sabuesos de la Justicia.
4- Dean Ambrose debe atar los cabos sueltos
The Shield se deshizo el 2 de junio de 2014. Desde entonces, Seth Rollins se convirtió en el Sr. Dinero en el Banco, fue campeón mundial durante 221 días, campeón estadounidense por 28 y, además, fue situado en la posición #1 del PWI de 2015. Roman Reigns, por su parte, arrastra tres reinados como campeón mundial —es el vigente monarca—, mientras que Dean Ambrose sólo ha logrado capturar el Campeonato Intercontinental.
Además —si le sumamos la decepcionante derrota de Dean Ambrose ante Brock Lesnar en WrestleMania 32 (que contrasta con la victoria de Roman Reigns en el combate estelar del mismo evento)—, El Lunático Radical es, por lejos, el ex integrante de The Shield menos reconocido y empujado de los tres. A los ojos del Universo de WWE, es una Superestrella que no trasciende sus palabras con hechos, estancándose a los pies de la gloria.
Por esta razón —si The Shield se reagrupa—, tanto los altos mandos como los fanáticos (lo quieran así o no) concebirían en Dean Ambrose al elemento débil del equipo. En muchas ocasiones, WWE lo ha presentado (quizás, involuntariamente) como el ‘hermano’ de Roman Reigns que vive a la sombra de su éxito, por lo que El Lunático Radical no tendría papeles tan protagónicos en el trío.
Dean Ambrose debe redimirse y consolidar su personaje, pero —por sobre todo—necesita oportunidades. El Lunático Radical ha demostrado saber triunfar en la élite (su prolongada rivalidad con Seth Rollins fue de los aspectos más destacados del 2015), por lo que es momento de que lo dirijan hacia la cima de WWE, no de que lo estanquen en un grupo donde —probablemente—sea el menos protagonista de los integrantes.
3- Seth Rollins y Dean Ambrose estancarían sus carreras en solitario
Seth Rollins y Dean Ambrose son Superestrellas de calibre estelar certificadas —El Lunático Radical está en proceso de consolidarse, pero lo es al fin y al cabo—, así que ¿por qué estancarlos en un grupo donde sólo aspirarían a una rivalidad potente contra el Bulletproof Bálor Club? Es ilógico.
Por un lado, Seth Rollins atraviesa una delicada lesión que —de cierta manera—le ha servido para renovar/refrescar su personaje. El Arquitecto ha pregonado que regresará para recuperar lo que le pertenece: el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE. Por el otro lado, Dean Ambrose ha comenzado una rivalidad con Chris Jericho, dando los primeros pasos hacia la consolidación (combatiendo lo que abordé en el argumento anterior).
En ese marco, se abre un abanico de posibilidades para utilizar a Seth Rollins y Dean Ambrose, considerando los luchadores que han arribado al elenco principal desde NXT y circuitos independientes. Sin embargo, si ambos reforman The Shield junto a Roman Reigns, sus personajes no alcanzarían la plenitud necesaria que requiere una rivalidad con otra Superestrella, enfocándose en riñas grupales y cerrando las puertas a las confrontaciones individuales/personales.
2- Roman Reigns encubriría su reinado como campeón mundial
Si The Shield llegase a reformarse, Roman Reigns encubriría su reinado como campeón mundial, intentando que el Universo de WWE olvide que es el monarca de la empresa y procurando que se centren en el desarrollo de The Shield como equipo.
En rivalidades grupales —como The Shield vs. Bullet Club o The Shield vs. The Wyatt Family—, las rivalidades personales no gozan de protagonismo. Por tal razón, el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE acompañaría desapercibidamente a Roman Reigns por un largo tiempo.
En ese sentido, WWE intentaría emular lo que hizo con Nikki Bella en la pre-temporada de SummerSlam 2015, construyendo un combate por equipos en vez de programar a la campeona para que defendiese el título femenil. ¿Las razones? Principalmente, darle un respiro a Nikki Bella —quien ya cansaba a la audiencia a esas alturas—y hacer que los fanáticos olviden la duración del reinado que arrastraba la hermana de Brie. ¿Funcionó? Ni de lejos, porque todo el Universo de WWE recordaba que Nikki Bella estaba a punto a romper el récord del reinado más largo con el Campeonato de las Divas, impuesto por AJ Lee, y se manifestaron rotundamente en contra de aquel suceso.
En el caso de Roman Reigns, The Shield no serviría para que éste se convierta en la Superestrella con el reinado más largo en la historia de la empresa, pero sí para que el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE pase a un segundo plano con el único objetivo de que los fanáticos no abucheen —o lo hagan en menor medida—a El Emperador Romano. Y, siguiendo la misma lógica, ¿puede el título máximo tener un protagonismo intermedio? Evidentemente, no.
1- La hostilidad hacia Roman Reigns aniquilaría la esencia de The Shield como grupo
The Shield solo perdió ocho veces en luchas de tríos; además, se mantuvo invicto desde diciembre de 2012 hasta mayo de 2013 en esa modalidad de combate. Los Sabuesos de la Justicia fueron una fuerza dominante en WWE, sembrando el caos o equiparando la balanza —dependiendo de sus roles, porque ejercieron de héroes y de villanos en el elenco principal—.
No obstante —si The Shield se renueva en un futuro cercano—, esa esencia de unión, inteligencia y trabajo en equipo se disiparía. La principal razón recae sobre Roman Reigns, con quien los fanáticos se han ensañado. No importa lo que haga o diga, siempre recibirá masivos abucheos en su contra.
En ese contexto, resultaría imposible que Los Sabuesos de la Justicia re-surjan como equipo. Seth Rollins, Dean Ambrose y Roman Reigns no podrían vender o promocionar la idea de que se reunieron para dominar WWE de nuevo, porque —con la caracterización individual que le han dado a sus personajes—serían percibidos como un grupo quebrantado, donde cada uno es una Superestrella por sí solo, sin considerar al equipo en su conjunto.