Heavy Metal, miembro de una de las dinastías más prolíficas en la lucha mexicana, misma que incluye a su padre, don Pepe Casas, y a sus hermanos Negro Casas y Felino —además de sus muchos sobrinos—, ha combinado su trabajo en el ring con el trabajo en el gimnasio como instructor, el cual ha ejercido desde hace diez años, tiempo en el que ha formado a estrellas del futuro –entre ellas, Rocky Casas y Danny Casas—.
Fue su padre el que lo preparó y le dio el visto bueno en el arte de enseñar lucha libre, algo para lo que se requiere no sólo paciencia, sino también comprensión y buen criterio. Tener a jóvenes bajo su cuidado representa una responsabilidad importante, pues las lecciones recibidas deben encauzarlos por el camino correcto
“Los jóvenes pueden aprovechar la actividad para enfocar sus energías, su tiempo, talento, cualidades y hasta sus aspiraciones de manera positiva”, nos contó en entrevista Heavy Metal. “Si se esfuerzan y descubren que tienen vocación para la lucha libre profesional, encontrarán el camino, y éste es bastante generoso en general”.
El luchador añade que no todos los luchadores pueden alcanzar el estrellato: “Pero con una instrucción adecuada se puede lograr. Cualquiera puede aprender, según sus aspiraciones”.
Heavy Metal iniciará, a partir del lunes 18 de abril, programas de entrenamiento para todas las edades y géneros, en el Gimnasio Mr. Fortis, ubicado en Av. Santiago No. 249, colonia San Pedro Iztacalco, estación del metro Xola.
Pero además de su faceta como instructor, muchos aficionados se han preguntado por qué no lo hemos visto establecerse en una empresa desde hace un buen tiempo:
“Esa decisión no me corresponde del todo. Como elemento independiente, navego entre la demanda y la mejor oferta. Lo que mejor me convenga, sin afectar mis proyectos y negocios personales por cumplir una agenda o contrato que, muchas veces, y lo digo por experiencia, es contraproducente”.
— ¿Entonces no regresarás a AAA o al CMLL?
— Si en algún momento mi trabajo interesa a una empresa y conviene a mis intereses, claro que lo pensaría, pero en estos momentos dudo mucho que se logre.
El gladiador rockero señala que un mal que aqueja a muchas empresas es que cuentan con personal que tiene influencia en las decisiones, y muchas veces tienen la última palabra, por encima de los verdaderos directivos: “Presumen una alta visión del negocio y anteponen intereses personales sobre el beneficio general para el gremio. Tal vez soy un elemento incómodo para ciertos círculos, sin importar la empresa, y por eso no se me ha convocado. Pero eso, a su servidor, no le resta talento ni los méritos de una firme trayectoria bien documentada”.
— Una de las rivalidades que hemos visto últimamente que tienes es con Sharly Rockstar. ¿A qué se debe?
—Todo empezó por que se autonombró ‘el rockero mayor de la lucha libre’, y creo que está por demás decir que ese título le corresponde, por derecho propio, a un servidor. Y como no quiso retractarse y afirmar a Heavy Metal como tal, pues entonces arreglémoslo como luchadores. Total, la gente, y principalmente la banda rocanrolera, sabe quién soy yo, y él no sé si sólo conozca a Marilyn Manson o sea imagen inventada o identidad perdida, como muchos luchadores en la actualidad, que no tienen razón de ser ni personalidad propia.
— Luego entonces, ¿Sharly Rockstar no es rockero?
— Yo nunca lo he visto en algún concierto o en alguna tocada en Neza o Ecatepec, o conviviendo con El Tri o cualquier banda. Lo respeto como luchador y porque le ganó la cabellera a mi hermano, el Negro Casas, y por la dignidad con la que enfrentó el problema legal de todos conocido, y del cual, estoy seguro, fue una injusticia. Pero de ahí en adelante, estoy a sus órdenes. Nos jugamos el título, y si quiere, la cabellera también. Él sabe el luchador que soy.
Heavy Metal concluyó compartiendo el teléfono para que los aspirantes a luchadores de cualquier edad puedan pedir informes e inscribirse a su programa de entrenamiento en el Gimnasio Mr. Fortis: 55 2921 1555.