Prendí el televisor para ver Fastlane 2016 con la esperanza de ver un buen evento que me haga querer levantarme todos los días y no pensar en otra cosa que no sea WrestleMania 32. Soñaba con que, de ahora en adelante, las horas pasen más rápido para que llegue el 3 de abril. Sin embargo, dejó más que una decepción a todos los asistentes al Quicken Loans Arena de Cleveland (Ohio) y también a los que lo siguieron por el Network de la WWE, la empresa número 1 del wrestling a nivel mundial.
Desde hace varios meses, la WWE se ha vuelto muy predecible. Demasiado. Vincent Kennedy McMahon, presidente de la compañía, ha tenido más de un dolor de cabeza desde las lesiones de Randy Orton, Cesaro, Seth Rollins (excampeón), Sting, Tyson Kidd, Nikki Bella y John Cena. La no presencia de estas estrellas ha hecho que los últimos PPV no hayan sido más que abucheos e insultos para un personaje en particular: Roman Reigns. Y ojo que el ‘Samoano’ no tiene la culpa de su actual situación con la firma norteamericana. Él solo acata las decisiones de los creativos.
Si no tuviste oportunidad de ver este Fastlane 2016, no te perdiste de mucho. El evento previo a WrestleMania 32 debía, necesitaba a gritos y pedía hacer que la gente se interese por la ‘Vitrina de los Inmortales’. Si la WWE quiere llenar el AT&T Stadium con 100 mil personas y batir el récord de asistencia con el actual main event está lejos de lograr su meta. A años luz.
El PPV del último domingo empezó con la lucha por el campeonato de Estados Unidos entre Kalisto y Alberto Del Rio… ¡en el Kick-off! Así como lo lees. Una pelea por uno de los títulos más importantes de la WWE llevada a un segunda plano antes del inicio de todo. El integrante de Lucha Dragons se llevó la victoria con dos de tres caídas, pero lo que hace pensar es que habría una nueva rivalidad entre ambos ya que el pequeño luchador no aplicó su finisher ‘Salida del Sol’. ¿No existe otro rival para el mexicano que no sea el ‘Patrón’?
Tras esto vino el duelo entre Sasha Banks y Becky Lynch vs. Naomi y Tamina, el cual no tuvo mucha repercusión. Lo único destacable de este combate fue que las dos exfiguras de NXT terminaron aplicando sus respectivas llaves a sus rivales haciéndolas “tapear”.
Tras la pausa continuó el choque entre Kevin Owens, quien defendió el título Intercontinal ante Dolph Ziggler. Una lucha muy técnica y con buena acción, pero que en el trasfondo no se le veía mucho futuro. Entretenida estuvo, incluso con la gente gritando “¡This is awesome!”. Solo quedó en eso: bueno para los ojos, no tanto para continuar con la rivalidad.
Sorprendió ver perder a The Wyatt Family ante Ryback, Big Show y Kane, sobre todo por lo hecho por los compañeros de Bray en las últimas semanas. No se cansaron de pasar por encima a rivales en las últimas ediciones de Raw y Smackdown. Sin embargo, fueron derrotados. Una pelea que fue muy opacada por las demás pactadas. Lenta.
El ‘Divas Championship’ fue uno de los puntos en donde los asistentes al Fastlane 2016 estuvieron muy activos. Brie Bella se enfrentó a Charlotte y la expareja del retirado Daniel Bryan usó el popular “¡Yes!” para levantar a las personas de sus asientos. La gente la apoyaba, aunque da para pensar que más lo hacían por ser pareja del ‘Barbón’ que por quererle arrebatarle al título a la campeona.
Era muy difícil creer que una de las gemelas Bella se iba a llevar el cinturón, con Ric Flair a un lado del ring. La ‘rubia’ retuvo y todo hace pensar que defenderá su condición en WrestleMania 32 ante Becky y Sasha. Al menos, esto último sí es bueno para los negocios.
AJ Styles vs. Chris Jericho fue uno de los puntos más álgidos del domingo. ‘The Phenomenal’ sometió a Y2J mediante una llave de rendición. Al final, el excampeón unificado de la WWF le estrechó la mano al ex New Japan Pro Wrestling, terminando sus rencillas. ¿Es que veremos ahora a la nueva estrella de WWE frente a Owens por el título Intercontinental?
El Cutting Edge Peep Show fue un paréntesis previo al Main Event. Con el excampeón mundial y Christian con The New Day, este segmento se vio muy raro. Con altos y bajos. Lo que no se entiende fue la presencia de la Liga de Naciones, quienes fueron burlados por los actuales campeones en pareja. La pelea entre Curtis Axel y R-Truth no tuvo completo sentido en Fastlane 2016. Podría ser para una parte de Raw, pero no para un PPV. Este tipo de cosas hacen creer que WWE no va en la dirección correcta.
Y llegó la pelea esperada de la noche: Roman Reings vs. Dean Ambrose vs. Brock Lesnar y el ganador iba a por Triple H en WrestleMania 32 por el WWE World Heavyweight Championship. Muy buena pelea, haciéndonos recordar a parte de The Shield cuando la ‘Bestia’ fue impactada dos veces a las mesas de conducción, pero como dijimos en un inicio, demasiado predecible.
Desde hace meses espero que la WWE me sorprenda. Un turn heel de alguna superestrella (como Ambrose) o la victoria inesperada camino hacia un título. Eso era lo que me mantenía expectante a esta marca en años anteriores. Lo de ahora es más de lo mismo.
Roman Reigns irá al evento más grande de todos el próximo 3 de abril. Ayer se repitió la historia del año pasado con el Samoano levantando los brazos en plena pirotecnia en Royal Rumble, solo que en esta ocasión el abucheo hacia este fue aún mayor. La WWE tiene claro que el personaje debe ser la cara de la compañía, a pesar del mayoritario disgusto de cientos de sus fanáticos.
Tras la victoria del primo de The Rock, las redes sociales se inundaron con mensajes en contra de esta marca, y no es para menos. Es que Triple H vs. Reigns no puede ser el maint event de WrestleMania 32; no es este momento. Una victoria de Ambrose hubiera hecho que la compañía vuelva a boca de todos, pero Vince McMahon no lo quiere así.
El rival de The Undertaker (aún desconocido), junto a la posible triple amenaza por el título de Divas y un AJ Styles vs. Kevin Owens es lo que, hasta el momento, me mantiene interesado por el evento más grande del entretenimento. Ya se sabe quién va a ganar el WWE World Heavyweight Championship, ¿no?
Por Renzo Castillo
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