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Stone Cold Steve Austin es uno de los más grandes iconos en la historia de WWE. La ‘Serpiente Cascabel’ supo ser el único heel (villano en la ficción) en ser aclamado por todo el público en lugar de ser abucheado. Con su carisma, manejo del micrófono, liderazgo y estupendas luchas, el oriundo de Texas se metió en los libros de oro de la empresa más grande de lucha libre a nivel mundial. Sin embargo, había quedado una mancha en su carrera: no pudo despedirse del público en el ring. Tras perder ante The Rock en WrestleMania 19, en 2003, Steve Austin le dijo adiós a WWE sin recibir el tributo de los fanáticos luego de una victoria. 19 años más tarde, en la noche 01 de WrestleMania, en el AT&T Stadium, la leyenda pudo despedirse del público dentro del ring en su última lucha como profesional.
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WWE le dio a Kevin Owens la inmensa tarea de seducir a Stone Cold para tener una lucha en WrestleMania. Los primeros reportes no fueron alentadores: Steve Austin dijo que no. Ante ello, KO lo invitó al “KO Show más grande de todos los tiempos”. Con este segmento pauteado, WWE decidió que fuera el main event de la primera noche de WrestleMania por encima del combate entre Ronda Rousey frente a Charlotte Flair por el título femenino de SmackDown.
Los medios criticaron esta decisión, puesto que resultaba extraño que un segmento con dos estrellas conversando cierre la primera noche de la ‘Vitrina de los Inmortales’. Mayúscula fue la sorpresa cuando nos enteramos dentro del estadio que viviríamos la última lucha de Stone Cold en su carrera.
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KO retó a Stone Cold en medio del ring
El cuadrilátero estaba preparado para un segmento: dos carteles del ‘KO Show’ y dos sillones para ambas estrellas. El primero en salir fue Kevin Owens, quien brindó una promo para encender el odio del público. Cuando procedía a seguir con los insultos, Stone Cold interrumpió, haciendo su ingreso triunfal en el AT&T Stadium.
Dos aspectos spoilearon la sorpresa: el ring no estaba cubierto con la clásica alfombra roja para los segmentos y el atuendo de Stone Cold Steve Austin, quien salió rumbo al ring con una vestimenta para luchar, no solo para atender un segmento con Kevin Owens.
Poco más de dos minutos y KO reveló sus intenciones: una lucha sin descalificación. Stone Cold recordó lo sucedido en 2003, cuando perdió ante The Rock y luego tuvo que convivir con esa derrota puesto que no volvió a luchar en WWE. Debido a ello, la ‘Serpiente Cascabel’ aceptó el reto.
19 años de angustia reducidos a 15 minutos
El murmuro fue inevitable. El recuerdo de Goldberg o las leyendas que regresan a WWE para luchar tres minutos fue inevitable. Las malas sensaciones fueron inevitables: los presentes en el AT&T Stadium no querían llevarse un mal recuerdo de su ídolo en su última lucha. No obstante, fue todo lo contrario.
Stone Cold tuvo muchas limitaciones para moverse dentro y fuera del ring. La edad pesa y las lesiones también. Fue Kevin Owens quien llevó el peso de la lucha, haciendo lucir muy bien a Steve Austin. Lo llevó fuera del ring, apelando a la brutalidad en las escaleras y arriba del escenario. Este tipo de lucha le permitió a la leyenda poder desarrollar una historia en la pelea.
Con los 19 años de espera en la memoria, Stone Cold hizo todo lo que pudo para dar un buen show. Y lo consiguió. Su star power hizo que todo el AT&T Stadium conecte con la lucha, grite, se paren de sus asientos, vivan los movimientos y disfruten de un gran espectáculo.
El combate duró 15 minutos, dejando en evidencia que las leyendas pueden aguantar un combate promedio, a diferencia de Goldberg u otras estrellas que volvieron a luchar combates de cinco minutos o menos.
Con ambos cuerpos dañados, volvieron al ring para finalizar la lucha. KO consiguió aplicarle la paralizadora, movimiento que Steve Austin hizo famoso durante su estadía en WWE. Uno, dos... y todavía no. Stone Cold se paró, repartió golpes y en el segmento final consiguió aplicarle una paralizadora para ganar el combate y cerrar WrestleMania a lo grande.
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El star power de Steve Austin es real
El público no conectó demasiado con la lucha previa entre Ronda Rousey vs. Charlotte Flair por el título femenino de SmackDown. Si bien fue bastante entretenida, los aficionados no llegaron a engancharse del todo con el combate. SIn embargo, todo cambió con la presencia de Stone Cold.
Si uno recuerda lo que mostraban en la TV hace algún tiempo, vivirlo en el estadio confirma la teoría: el star power de Steve Austin es real. Su aparición en el evento levantó a todos los presentes, quienes recordaban aquellas épocas gloriosas de WWE.
Sin haber dicho una sola palabra o haber aplicado algún movimiento, Steve Austin tenía al público totalmente entregado. Ello se multiplicó cuando se supo que tendría su última lucha ahí, en el AT&T Stadium, dejando un momento histórico en WWE.
Durante la lucha, los fanáticos se engancharon con Stone Cold y también con KO, dejando en evidencia que ambos salieron beneficiados con la lucha. Por un lado, Stone Cold con su victoria para despedirse de WWE y por el lado de KO, quedando muy over para el futuro luego de haber luchado con su ídolo en el evento estelar de WrestleMania.
Polos, cinturones, pancartas y el 3:16 característico de Steve Austin por todos lados. Como si se tratara de un equipo de fútbol, el AT&T Stadium se pintó de negro y blanco para despedir a una de las máximas leyendas de WWE. Y lo hizo a su manera: celebrando con cerveza en medio del ring mientras recibía los aplausos del público.