Mark Calaway, mejor conocido como The Undertaker, fue exaltado al Salón de la Fama de WWE en medio de uno de los momentos más emotivos de los últimos años de la compañía.
“El hombre muerto” dio un discurso largo y detallado sobre su carrera histórica y terminó el acto poniéndose su famoso saco, su sombrero y dijo "nunca digas nunca" a la cámara, dando esperanzas de un posible regreso en el futuro a los cuadriláteros.
Sin embargo, antes de que The Undertaker pudiera decir una palabra, los fanáticos lo ovacionaron durante más de cinco minutos seguidos y no le permitieron comenzar su discurso, hecho que emocionó hasta casi las lágrimas al luchador, quien siempre se mostró como un hombre rudo o misterioso en sus 30 años de carrera.
Este detalle fue una señal del respeto que los fanáticos tienen por el hombre de 57 años, compensando el mismo hecho de que The Undertaker tuvo que despedirse de la empresa en Survivor Series en 2020 sin público debido a la pandemia.