Aunque su nombre podrá no ser muy conocido para los aficionados de la actualidad, “Iron” Mike Sharpe fue uno de los elementos que con mayor regularidad aparecían en la programación televisiva de la WWE de los ochentas y principios de los noventas. Un atleta de segunda generación (hijo de Mike Sharpe y sobrino de Ben Sharpe), “Iron” Mike recorría el circuito de WWE derrotando a luchadores de bajo cartel con su golpe de antebrazo que los noqueaba. Porque Sharpe tenía una misteriosa codera/muñequera, y el público estaba convencido de que ocultaba allí algo ilegal; quizá una placa metálica. Años después, WWE reutilizó esta idea con Lex Luger –en su etapa de Narcicista—y la placa metálica que le pusieron tras un accidente.
Tras hilar una ronda de victorias en esas luchas televisadas, “Iron” Mike llegaba a la gran función en la arena y era derrotado por alguno de los consentidos del elenco, que se crecía al ser el vengador que ponía en su lugar al tramposo rudo.
En su papel, Sharpe fue uno de los mejores. Y así se la pasó el resto de la década, aunque también encabezó funciones como retador de Bob Backlund al Campeonato Mundial de Peso Completo WWE, fue pareja de Hulk Hogan en Japón y llegó a la segunda ronda del torneo King of the Ring ’88. Ya en los noventas, era común verlo en WWF SuperStars y en las primeras emisiones de Monday Night Raw.
Todo un caballito de batalla, Sharpe también fue maestro, teniendo entre sus pupilos a Crowbar, Nova y The Wall (llamado Gigantes en All Japan). Tras alejarse de los rings, si tuviéramos que nombrar a su sucesor, diríamos que Barry Horowitz, otro gran luchador cuyo papel era el de hacer ver bien a sus rivales, pero no sólo eso, sino también hacerlos trabajar. Horowitz fue tan bueno como Sharpe, e incluso después de WWE estuvo en WCW haciendo que los mexicanos no lucharan con la guardia invertida tan propia del estilo azteca.
Sharpe desapareció en años recientes, postrado en una silla de ruedas y con problemas de circulación. PWInsider informó que el día de ayer Sharpe falleció. Pocos sabían que incluso le habían amputado una pierna.
En vida, Sharpe fue conocido por sus compañeros como “Mr. Clean”, pues sufría un trastorno obsesivo-compulsivo con respecto a la limpieza. Su pulcritud e higiene hacían pensar a muchos que viviría más de 80 años, pero sólo contaba con 64 al fallecer.
Descanse en paz “Iron” Mike Sharpe.