Cuando Vince McMahon cerró Monday Night Raw anunciando que en la lucha Royal Rumble de este año se defendería el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE las reacciones no se hicieron esperar. Y aunque el anunció causó expectativa por salirse de lo ordinario, pero de inmediato una idea cruzó la mente de todos los aficionados: “Roman Reigns volverá a ganar el Royal Rumble”.
Como la gran apuesta de WWE para liderar la nueva generación, Roman Reigns podría repetir la hazaña de Hulk Hogan, Shawn Michaels y Stone Cold Steve Austin y repetir victoria por segundo año consecutivo en la batalla campal más importante de la lucha libre. Pero WWE está aprendiendo de nuevo a jugar sus cartas, quizá por influencia de Triple H, ahora no se trata de obligar al aficionado a gustar de alguien por sobre-exposición, sino de construir un personaje en un tira y afloja constante entre público y creativos.
Roman Reigns logró resurgir gracias a esta estrategia. Despreciado tras su predecible victoria en el Royal Rumble 2015, el año del ahora campeón fue dedicado a ganarse de nuevo al público, sin éxito al principio pero con un meteórico ascenso en el último mes, donde su victoria titular fue aplaudida en la misma arena que lo había abucheado en el Royal Rumble.
Pero tras este largo camino se ha llegado a un punto crucial. Si Roman Reigns gana el Royal Rumble 2016, todo los logros de los últimos meses se vendrá abajo. Si recuperar el empuje orgánico que Reigns tenía en 2014 fue una dura tarea, otra victoria entregada a los ojos de los fanáticos será imposible de superar para el luchador.
WWE aprende lento, pero es astuta, a estas alturas la compañía debe estar muy consciente de las consecuencias que podría traer un fracaso en el Royal Rumble, aún sin el fenómeno Daniel Bryan. Rumbo a un WrestleMania que está planeado para ser el mayor de todos los tiempos, perder el interés de la audiencia es un error imperdonable y por eso, WWE podría hacer una apuesta a lo impredecible y acabar el reinado de Roman Reigns en el Royal Rumble.
Las opciones son variadas, unas más probables que otras, y la imagen del campeón no tiene por que verse afectada negativamente. Para Roman Reigns ser la estrella del Royal Rumble y perder por culpa de los McMahon será de mayor beneficio que conseguir una victoria predecible.
¿Quién podría quedarse entonces con el Royal Rumble y el Campeonato Mundial de Peso Completo WWE? Aquí es donde aparecen opcionados improbables y otros muy acertados. Con la llegada del Bullet Club a WWE, Finn Bálor podría dar una de las mayores sorpresas en la historia del Royal Rumble y vencer en su debut. Esto abriría varias puertas, pero principalmente permitiría a Bálor construir una base como técnico en el camino a WrestleMania y tras el evento pasar a rudo junto a su viejo grupo. No obstante, y por muy interesante que esto pudiera ser, no valdría la pena tener muchas esperanzas en que ocurriera así.
Brock Lesnar parece una opción mucho más verosímil. Sin Seth Rollins ni un Mr. Money in the Bank en el medio, La Bestia Encarnada podría ganar el Royal Rumble y llegar a WrestleMania 32 como campeón, dejando todo listo para una revancha del año anterior. Ni Lesnar ni Reigns son los mismos de hace un año, cada uno pasó por un 2015 de difíciles pruebas y esta vez las apuestas no estarían tan sesgadas hacia el veterano. Esta sería una apuesta a lo fijo por parte de WWE, un estelar repetido que no sorprendería del todo, pero sería capaz de captar la atención del público.
Pero que el Campeonato Mundial WWE sea defendido por segunda vez en el Royal Rumble también es una oportunidad dorada para John Cena. Hay muy pocas cosas que John Cena no haya ganado en su carrera, una de ellas, la más importante, es igualar el récord de Ric Flair como 16 veces campeón mundial y qué mejor manera para hacerlo que de la misma forma en que el Nature Boy obtuvo su primer título en la compañía en 1992. Cena también se había rumoreado como un posible rival para Reigns, un estelar en WrestleMania 32 sería un paso de antorcha que generaría millones para WWE.
Pero aunque Bálor, Lesnar y Cena podrían ser el último hombre en pie en tres semanas, el rival de Roman Reigns con seguridad casi total será Triple H. De hecho, sólo una lucha contra The Rock podría mantener a Hunter lejos del camino de Reigns. Esto no implica necesariamente que Triple H ganará el Royal Rumble 2016, aunque podría suceder, sino que será él quien le cueste la victoria a Roman. El resultado de todo esto será un nuevo campeón y un Triple H vs. Roman Reigns en WrestleMania 32. ¿Tendría este encuentro el título de por medio? Lo más adecuado sería que no fuera así, no es necesario y con ello permitiría que el cartel contara con dos luchas de alto calibre, el encuentro mencionado y la lucha titular.
Los ganadores del Royal Rumble en esta década no han logrado satisfacer al público. En un momento crucial en términos de audiencia para WWE, donde la estabilidad de sus finanzas depende del número de suscriptores de WWE Network, apostar por lo impredecible parece ser la mejor opción para una empresa que necesita renovarse y que tiene una oportunidad única para hacerlo.