Como es de todos sabido, la guerra que tuvieron WWE y WCW durante buena parte de los noventas fue muy cruenta, viviendo su etapa más crítica entre 1997 y 1999, pues aunque WCW ganaba por mucho los ratings televisivos, Vince McMahon decidió dar la guerra de manera frontal al cambiar el nombre de su programa de los lunes por la noche a WWF Raw is War / War Zone durante diciembre de 1997, en lo que sería el nacimiento de la Era Acttitude.
WCW.
Sin embargo las cosas no cambiaron mágicamente, a pesar de que la popularidad de Stone Cold Steve Austin aumentaba cada semana. Vince había ya sentenciado que las cosas cambiarían rotundamente:
“Nosotros en WWE pensamos que ustedes, la audiencia, están francamente cansados de que su inteligencia sea insultada. También pensamos que están cansados de la misma vieja teoría simplista de ‘chicos buenos contra chicos malos’. Es un hecho de que la era del superhéroe pidiéndote que digas tus oraciones y tomes tus vitaminasha definitivamente expirado.”
Así, las cosas se emparejaban de a poco, incluso algunas ventajas había logrado WWE, el 19 de octubre de 1998, cuando Stone Cold hizo de las suyas amenazando a Vince McMahon con un arma, que al último se supo era de juguete, WWE logró rebasar el rating de WCW, otro momento en que la WWE tocó pico fue cuando Stone Cold fue crucificado por The Undertaker, el 7 de diciembre (causando que las ligas moralistas arremetieran contra la WWE), por esos ataques, Nitro podía repostar en los ratings, sin embargo, la decisión de Eric Bischoff de “spoilear” la grabación de RAW que había sucedido el día 2 de enero de 1999, dándole al instrucción a Tony Schiavone para que comente antes de que suceda en televisión que Mick Foley (luchando como Mankind) ganaría el Campeonato de la WWE, para darle a los aficionados una razón más para no cambiar el canal. Usando un tono sarcástico, Schiavone comentó: “seguramente eso pondrá muchos traseros en los asientos”
El resultado fue todo lo contrario, 600 mil televidentes se sorprendieron con la noticia: ¡Mick Foley! ¡Cactus Jack! ¡Mankind! ¿Campeón Mundial?, eso habría que verlo, era más interesante que la revancha que Kevin Nash le daría a Goldberg después de haberlo electrocutado en Starrcade y el regreso de Hulk Hogan (con el fatídico desenlace de Hogan derrotando con un dedo a Nash para ganar el título de nuevo).
Mankind festeja en uno de los reinados más merecidos de la historia.
Así, esa noche, los fans dieron su voto de confianza al nuevo producto de McMahon, donde un luchador de toda la vida podía tener el sueño de ser el mejor, el campeón y que esos sueños se podían conseguir a base de esfuerzo y de dejar algo más que una buena actuación en todas las noches en que se presentara; dando la espalda a los grandes egos que gobernaban una empresa ya viciada por la falta de orden. Esa noche, Raw consiguió 5.7 en el tan cotizado rating, mientras un parco 5 era la calificación para Nitro, a partir de ese momento ningún Raw fue rebasado por Nitro y sus ratings comenzaron a caer en picada hasta un dramático 2.9 al final del año, mientras Vince tocaba el cielo con números que rayaban en el 7.
Así, el sueño de un gladiador despreciado por muchas empresas, Mick Foley, marcaba el cambio de estafeta en la lucha libre de manera definitiva.
Hoy, WWE, sin competencia, alcanzó en semanas pasadas los números que hicieron a Nitro salir del aire. Se ve que las cosas mejoran en el horizonte, ¿será Roman Reigns ese nuevo luchador soñador que lleve a Raw cuesta arriba?