En la más reciente edición de WWE RAW, Neville derrotó a Mark Henry en un rápido combate, demostrando su destreza en el ring, muy al estilo de la batalla legendaria de David vs Goliat.
Durante el combate, Mark Henry dejó en claro su poder físico, impactando a Neville hasta el grado de dejarle visibles marcas en la espalda, además de aventarlo fácilmente cual trapo de tela. Neville por su parte lució concentrado en su objetivo y demostró, agilidad y técnica.
En los momentos finales de la lucha Neville esquivó a Mark Henry en la esquina y le dio una fuerte patada en el rostro, que dejó al gigante tendido en la lona. Neville aprovechó para subir sobre el tercer tensor y lanzarse en un espectacular Red Arrow. Neville cubrió a Mark Henry, pero éste se levantó tarde, apenas pasada la tercera palmada.
Neville celebró con el público, visiblemente sorprendido por su victoria, pero justo antes de abandonar ringside, fue sorprendido por un serio Mark Henry; luego de varios segundos de mirarse a los ojos, el ex campeón mundial pesado, le tendió la mano; Neville dudó pero respondió el saludo, mientras Henry le expresó su respeto.
De esta manera Neville continúa escalando los peldaños hacia la cima de WWE, demostrando estar listo para mayores responsabilidad.