Mucho se habló por estos días y sólo faltaba la confirmación de WWE. Y la espera no tardó mucho, puesto que la empresa ha confirmado recién que, a partir del evento Backlash del próximo 6 de mayo, los PPVs del año se llevarán a cabo en conjunto de marcas. Por ende, participarán en ellos tanto las Superestrellas de Raw como de SmackDown. Así lo anunció la compañía mediante un breve comunicado:
“Tras WrestleMania, tendrán lo mejor de ambas marcas -Raw y SmackDown Live- todos los meses en PPV. Préndete a cada transmisión de los shows en vivo en el galardonado WWE Network”.
WWE confirms the end of single-branded PPVs after #WrestleMania
A continuación, WWE enumeró el listado de eventos que presentará a lo largo y ancho de lo que resta del 2018, todos conjuntos.
- WrestleMania 34 (8 de abril, 2018)
- WWE Backlash (6 de mayo, 2018)
- WWE Money in the Bank (17 de junio, 2018)
- WWE Extreme Rules (15 de julio, 2018)
- SummerSlam (19 de agosto, 2018)
- WWE Hell in a Cell (16 de septiembre, 2018)
- WWE TLC: Tables, Ladders & Chairs (21 de octubre, 2018)
- Survivor Series (18 de noviembre, 2018)
- WWE Clash of Champions (16 de diciembre, 2018)
Se trata de una movida que resulta grata para varios aficionados, dada la saturación de PPVs que la compañía presentó en el último par de años desde la separación de marcas (incluyendo los especiales TakeOver de NXT, WWE realizó un total de 21 eventos en 2017). Pero también supone algunos puntos en contra, como ya lo mencionamos.
De este modo, se espera que los PPVs “menores” pasen a tener una hora de duración más, con cuatro horas cada uno, y una de Pre-Show. Esto les quitará oportunidades a los talentos de medio cartel (y ni hablar de los de la parte baja), a lo que podemos esperar que se produzcan más rivalidades para ellos en televisión semanal, que incluirían combates con estipulaciones como si de eventos especiales se tratara.
El motivo principal de este movimiento es, además de no saturar el producto, la búsqueda de mejorar la venta de boletos, un tema que tiene preocupada a la administración desde hace rato; como también recortar gastos y, por último, incrementar el número de suscriptores a WWE Network, que no ha demostrado grandes mejorías pese a la cantidad de shows que se presentaron el año pasado.
Los oficiales creen que, de contar con varias piezas fuertes en los eventos, las cosas se tornarán mucho más atractivas para los espectadores. Asimismo, optaron por dejar fuera a Payback y Battleground, dos shows con pocos años de existencia que, de todos modos, no tenían una definición que atrapara a los aficionados. La organización también ha hecho algunos cambios de fechas respecto al calendario original, con Extreme Rules pasando al 16 de julio y Hell in a Cell moviéndose al 16 de septiembre.
Otro punto negativo será el hecho de que varios combates titulares serán parte de los Pre-Show, algo que les quitará prestigio a ciertos Campeonatos. Si nos fijamos en el panorama actual, el Campeonato Mundial de Parejas SmackDown, el de los Estados Unidos y especialmente el Crucero WWE serían los principales perjudicados. A su vez, lo más probable es que la mayoría de los encuentros de los carteles también pasen a ser luchas titulares.
Todos los PPVs de WWE durarán 4 horas como mínimo
De acuerdo al Wrestling Observer, se espera que los PPVs contengan más combates a múltiples bandas para hacer lugar en el cartel. Los enfrentamientos tendrán menos duración y habrán pocos lugares para duelos no-titulares. Es de esperar, además, que en 2019 WWE elimine Elimination Chamber o bien Fastlane en el Camino a WrestleMania, siendo éste último el más probable, puesto que la empresa ha especificado que “de Backlash en adelante” habrá solamente un evento al mes.