Danny Green está ansioso porque empiece la próxima temporada. Sobre todo porque Tim Duncan (39 años) y Manu Ginóbili (38) seguirán, al menos, otro año más en San Antonio. El escolta de los Spurs quiere aprovechar lo que le queda al argentino en el equipo para empaparse de su juego. "Manu y yo jugamos en la misma posición. Pero si pudiera hacer la mitad de lo que ha hecho él, habría tenido una gran carrera. Intento aprender de él todo lo que puedo, quiero hacer las cosas que él hace. Me gustaría mejorar mi juego, especialmente el ofensivo, el manejo del balón y la toma de decisiones", dice Green que también se rinde ante Duncan, 19 años ya en el equipo. "Los viejos chicos están de vuelta. Tenemos gente que les ayudarán a estar frescos, pero es muy bueno tenerlos por aquí. Es una de las razones por las que me quedó. Me encantan estos chicos", comenta el neoyorkino que renovó por cuatro temporadas y 45 millones de dólares.
Pero los Spurs también han pescado bien en el mercado. "Tengo bastante curiosidad por saber qué pasa este año. David West renunció a mucho dinero por venir aquí (firmó por 1,5 millones). Esperemos que podamos recompensarle para que su decisión parezca inteligente". Y, ¿LaMarcus Aldridge? "Nos dará mucha presencia y consistencia dentro. Es similar a Timmy, diría que una versión más joven de él".
Al frente de este nuevo proyecto texano sigue el de siempre: Gregg Popovic. Para Green la clave para que estos Spurs lleven ya cinco anillos. “Hace dos años ya que ganamos la Liga y somos siempre una de las mejores franquicias de la Liga, de los equipos a batir. Tenemos altas expectativas y nos ponemos un montón de presión, pero no es algo nuevo. Desde que estoy aquí, siempre es lo mismo. Por suerte, Pops sabe manejar muy bien los egos y los cuerpos para mantener a los chicos frescos. Es un experto en eso”.