Para el seguidor de la NFL, ávido de noticias sobre su equipo, el inicio del training-camp supone el principio del fin de su anual abstinencia de la adicción a la que está irremediablemente enganchado. La profusión de medios por la que obtener esta droga es amplísima. En cualquier esquina nos podemos encontrar un “twitt”, un “vine”, un “instagram”, que nos muestren una recepción lanzándose en plancha o una intercepción a una mano. Y alcanzamos el éxtasis. Sin embargo, ¿hasta qué punto sabemos si esta farlopa es de la buena o es chunga? Tanto tiempo de privación nos nubla los sentidos y es complicado diferenciarlas. La prudencia nos advierte que la consumamos con precaución. Es solamente la primera semana, una simple toma de contacto. Pero, ¡qué demonios! Permitámonos la ilusión de soñar ahora, que ya vendrá después el bajón de la realidad a poner otra vez las cosas en su sitio.
Los Steelers, debido a que juegan un partido ya el próximo domingo, fueron los primeros que se pusieron en marcha. El que podría haber sido su culebrón más interesante, el hold-out de Antonio Brown en reclamación por un aumento de sueldo, lo desactivó él mismo presentándose a los entrenamientos… en un Rolls-Royce decorado con los colores amarillo y negro de la franquicia acerera y con su hermano como chofer. Dos de las cuestiones más interesantes a comprobar son el estado de los veteranos y la evolución de los novatos. En el primer caso, los curtidos James Harrison y Will Allen han tenido descanso extra porque Tomlin consideró que, a su edad, no necesitan demostrar nada y mejor que se dosifiquen. La participación de estos pesos pesados del vestuario resultará muy importante a todos los niveles, dada la diáspora de referentes en la unidad. Por el otro, suerte dispar para dos novatos. No empezó con buen pie el CB Golson, cuya lesión ha forzado a la franquicia a negociar un traspaso con los Eagles para traer a Brandon Boykin; mientras que el WR Coates está aprovechando la oportunidad que le ha surgido como consecuencia de la lesión de Bryant, otro que lo estaba haciendo bien. Y no quiero acabar el párrafo de los Steelers sin comentar que “nuestro” Capitán Alejandro Villanueva, ahora reconvertido a OT, pasó por encima en un uno-contra-uno de todo un primera ronda como Jarvis Jones, y tiene muchas opciones de permanecer en el roster principal, tras estar todo el año pasado en el equipo de prácticas.
En Cincinnati, los aficionados contienen el aliento ante el alcance de la lesión de Michael Johnson, su más rutilante (por no decir único) fichaje en agencia libre. Parece ser que el DE sólo se perderá mes y medio, pero resulta preocupante que ya a estas alturas, 3 de los 11 previsibles titulares en defensa estén en el dique seco (hay que sumar a los LBs Burfict y Maualuga). Me gustaría poder escribir que Dalton ha regresado siendo otro…. pero sigue igual. Pases buenos alternados con otros no tanto. Así que para disparar la ilusión hay que recurrir a la evolución de los lesionados. El DT Geno Atkins da la impresión de haber recuperado la ferocidad que convirtió al autodenominado “demonio de Tasmania” en uno de los mejores en su puesto de toda la liga. Por su parte, el TE Eifert también parece imparable. Su concurso será fundamental en un cuerpo de receptores que acaba de perder por lesión al prometedor WR de 2º año James Wright y para reemplazarle, los Bengals han fichado a Greg Little, famoso dropador de balones.
En Baltimore tampoco se escapan de las bajas. El SS Elam puede perderse toda la temporada por lesión. Mala suerte para su primera elección en el draft de 2013, que ya había perdido la condición de titular. De momento, aún no han entrenado el TE Pitta y el FS Brooks, mientras que el OLB Dumervil está en reposo por una tendinitis. Como Murphy nunca descansa en la aplicación de su inexorable ley, las dos posiciones en principio más débiles están siendo especialmente castigadas. Por diversas dolencias, han debido quedar al margen en algún momento de los entrenamientos los CBs Walter, Melvin y Webb, e igualmente dieron el susto los WRs Perriman y Brown. Pero en la NFL si alguien baja nunca falta otro que suba, y el WR Aiken está cuajando una interesante actuación, así como los veteranos SS Hill y el CB Smith. Otro motivo de alegría para los jugadores córvidos son las excelentes puntuaciones que han obtenido en la última edición del videojuego “Madden”.
Por más que Pettine pretenda ocultarlo bajo unos pintorescos uniformes de camuflaje, es inevitable que el debate en los Browns gire en torno a Manziel o McCown. Obviamente, a estas alturas de la preparatoria, es normal que se pretenda mantener la incertidumbre en todos los puestos para generar la necesaria tensión en los aspirantes; pero más allá de que este va a ser un tema recurrente, no sólo ahora durante sino todo el año, el head-coach tiene claro que la titularidad será para McCown, así que mejor centrarse en temas deportivos de mayor calado. Como por ejemplo, la actitud del NT rookie Shelton, reclamando ya desde el primer día para sí mismo la condición de titular en un puesto tan importante de reforzar en Cleveland como el centro de la línea defensiva. O cómo el ex–QB Terrelle Pryor lucha por seguir en la NFL, ahora reconvertido a WR. O cómo la flamante selección de primera ronda de 2014, el CB Gilbert se hunde irremediablemente en el depth chart sobrepasado por sus compañeros. O cómo el General Manager Ray Farmer, sancionado por la NFL, no tuvo inconveniente en dejar su móvil a la liga para la investigación, un tema que últimamente parece cuestión de estado.