Como es habitual en las jornadas de la mañana en Kazán, hubo otra vez dos récords del mundo. En esta ocasión, en una prueba más irrelevante por el escaso recorrido que tiene y porque no se incluye en el programa olímpico. Se trata de los 4x100 estilos mixtos, carrera con la que se cerraba la competición. Primero fue el equipo ruso el que batía el récord vigente, en poder de Australia, con una marca de 3:45.87, pero luego, en la siguiente serie, hasta tres países nadaron por debajo de esa marca. Estados Unidos la estableció en 3:42.33.
Al margen de esa pincelada que dio colorida al final de la mañana en una semivacía piscina, la natación china sorprendió con la primera posición en tres de las cuatro pruebas individuales. En los 50 espalda femeninos, la joven Yuanhui Fu registró el mejor tiempo (27.76), por delante de la brasileña Ettiene Medeiros y la campeona del 100, la australiana Emily Seebohm. Lo mismo ocurrió en los 100 libre masculinos, en la que el chino Zetao Ning (48.11) adelantó a otros gigantes de la velocidad como el ruso Morozov, el estadounidense Adrian o los franceses Gilot y Stravius.
Y en los 200 mariposa, la prueba de Mireia Belmonte, surgen nuevas candidatas al podio en Río de Janeiro, sobre todo jóvenes valores. La china Yufei Zhang (2:06.92), de solo 17 años, la estadounidense Katie McLauglhin, de 18 años (2:07.32), y la húngara Liliana Szilagyi, de 19 años (2:07.46). El récord de España de Mireia es de 2:04.98, aunque habrá que ver cómo evoluciona esta prueba en las semifinales de la tarde y la final de mañana. La marca de Zhang es el nuevo récord del mundo júnior de la especialidad.
Ryan Lochte hizo una espectacular carrera en los 200 estilos, luciendo su subacuático que es una obra de arte. Con 1:57.90, su marca es la mejor de las semifinales de la tarde. El estadounidense, tras caerse del podio en los 200 libre, espera conseguir su decimosexto oro en unos Mundiales de Natación.