Bienvenidos de nuevo a esta columna en la que busco presentar los 5 aspectos positivos y negativos de los PPV de WWE, en este caso WWE Clash of Champions 2017. Se trató del último evento del año y, en realidad, no generaba muchas expectativas. En mi opinión fue un buen evento, mejor de lo que se esperaba, pero estuvo lejos de ser perfecto.
Empecemos con lo mejor y lo peor de WWE Clash of Champions 2017:
LO PEOR
5- Un cartel gris
Para ser el último PPV de SmackDown, la marca azul no puso mucho empeño en crear un cartel atractivo. De hecho, en el papel Clash of Champions era una amalgama de revanchas, resultados predecibles y alguno que otro retador inusual. Al final, el evento salió adelante, pero no se puede decir que su cartel llamara mucho la atención.
4- Caos femenil
Parece ser un hecho que la llegada de la nueva camada de luchadoras no está funcionando bien en ninguna de las marcas. En SmackDown, el Riott Squad parece ser más un grupo molesto que una verdadera amenaza, y es que no causaron ningún impacto en la lucha titular. Charlotte y Nattie no lucharon tanto entre sí como con las leñadoras, y el encuentro en general fue un caos. Es de destacar el intento de canjeo de Carmella, frustrado por Riott, sin duda lo más emocionante de la lucha. Flair retiene y Natalya hace una declaración que parece un retiro y que podría tener interesantes consecuencias.
3- Shane y Bryan, juego largo
Todo parecía dado para que la rivalidad entre Daniel Bryan y Shane McMahon arrancara de manera definitiva en Clash of Champions, pero al final aunque pasó algo, en realidad no pasó mucho. Comisionado y gerente siguen siendo técnicos y sus desavenencias siguen pareciendo más producto de malentendidos que de intrigas y traiciones. Entiendo la decisión de extender un poco más esta tensión, pues aún queda mucho tiempo para WrestleMania, pero no confío en la habilidad del equipo creativo para mantener el interés en este choque de poderes sin hacerlo repetitivo. En cuanto a la lucha como tal, ya hablaré más adelante.
2- Breezango vs. Bludgeon Brothers
A pesar de los trajes ridículos y los martillos inexplicados, los Bludgeon Brothers me agradan. No obstante, y este es un ejemplo de mi preocupación en el punto anterior, su historia con Breezango se extendió hasta el punto que se perdió cualquier interés, aún cuando todos la esperaban hace meses, cuando las Fashion Files todavía eran divertidas. El retraso en el regreso de los ex-Wyatt y la innecesaria extensión de las Fashion Files no le hizo ningún favor a estas parejas, que no pasaron de ser un relleno en el evento.
1- Poca expectativa
El gran pecado de Clash of Champions fue la poca expectativa que generó, y es que con un mes de construcción, no había ningún motivo para que un aficionado lo considerara un evento imperdible, y eso no es nada conveniente cuando se está compitiendo con la NFL. Como dije antes, el cartel no era nada interesante, pero varias veces esto se ha solucionado con la construcción de las rivalidades, este no fue el caso. La mayoría de encuentros titulares fueron anunciados de la nada a través de las redes sociales, y la lucha alrededor de la cual giró todo, que finalmente no fue estelar, tenía su resultado declarado ante la evidente improbabilidad de que KO y Zayn fueran a perder sus trabajos. La posibilidad de que “algo” pasara con Daniel Bryan no fue suficiente para crear expectativa.
LO MEJOR
5- Público
El público puede convertir un evento regular en un bueno, o uno bueno en malo, los bostonianos hicieron lo primero. Aunque hacia el final de la noche estaban un poco apagados, los aficionados de Boston reaccionaron de gran manera a las primeras luchas titulares, y seguramente nadie salió más feliz y agradecido con ellos que Rusev.
4- KO y Sami se salvan
La historia entre Daniel Bryan y Shane McMahon no progresó tanto como me hubiera gustado, pero eso no quiere decir que esta lucha no me entretuviera. Como se esperaba, todo giró alrededor de los árbitros y ni siquiera los canadienses destacaron mucho. En cuanto a acción en el ring, fue una lucha de parejas ordinaria, como la que se vería en cualquier SmackDown Live, pero la creciente tensión entre Shane y Bryan le dio un toque extra de entretenimiento. Tras el desorden inicial, los árbitros se dividieron el ring, pero esta estrategia funcionó por poco tiempo y empezaron las discusiones, hasta llegar al punto en que Shane se negó en hacer el conteo para Sami, lo que Bryan compensó con un conteo rápido. Que se trajera a colación la animadversión entre Bryan y Orton fue un detalle acertado, así como lo fue la intriga que deja un final que pudo haber sido más dramático, pero que estuvo bien realizado para los propósitos del momento.
3- Fatal 4-Way de parejas
Como muchos de los encuentros de Clash of Champions, en este destacó el desorden. La decisión de tener a cuatro luchadores en todo momento en el ring llevó a que se desarrollaran dos luchas paralelas en el cuadrilátero en lo que parecía un evidente esfuerzo por quemar tiempo. Pero cuando lucharon en serio, vaya que brillaron. Los suplexes de Chad Gable son de las mejores maniobras del momento en WWE, mientras que los Uso se han apropiado de la superkick party. The New Day no lució tanto, pero es que en realidad todos fueron opacados por Rusev, quien está en el pico de su popularidad. El búlgaro estuvo a punto de ganar varias veces y eso encendió a la audiencia, pero al final fueron los Uso quienes confirmaron que son la pareja del momento en WWE.
2- Phenomenal vs. Maharaja
Este fue un extraño caso en el que pasé de los bostezos a la sorpresa y luego al aplauso. Cuando un encuentro de este tipo ocurre (Styles/Mahal o Reigns/Cesaro, para poner ejemplos recientes), se suele atribuir su éxito al favorito de internet, esta vez no puede ser así. AJ Styles, uno de los mejores en el mundo, se dejó llevar en todo momento por su rival en lo que yo interpreto como una prueba para ver si Mahal pertenece a los estelares, prueba que aprobó, aunque no con la mejor nota. El Maharaja dominó durante toda la lucha y mostró un repertorio que no se le conocía, con una psicología bien trabajada, al punto de intentar imitar el Styles Clash. Por supuesto, fue AJ quien se quedó con el oro al final, pero Jinder se puede dar por bien servido, pues calló a un buen número de críticos.
1- Triple amenaza estadounidense
Vaya sorpresa. Parecía otra lucha predecible, pero terminó robándose la noche. No fue solo la victoria de Ziggler, sino todo lo que ocurrió en el ring, pues no creo que ningún otro encuentro haya superado el dinamismo de este, que no solo no fue caótico como varios otros, sino que tampoco tuvo tiempos muertos y en cambio sí estuvo lleno de emocionantes momentos en los que el final parecía cercano, solo para reiniciar la acción nuevamente. La mayoría creía que esta sería la noche de Roode, o en últimas otra defensa de Corbin, pero justo cuando manifestaba públicamente su desánimo en WWE, Ziggler fue reconocido con su segundo Campeonato de Estados Unidos. El Show Off no ha tenido muy buenas experiencias como campeón, pero eso no quita la emoción del momento. Rápida, entretenida, dinámica y sorpresiva, esta lucha de la que no se esperaba mucho terminó brillando más que cualquier otra.
Gracias por detenerse a leer, recuerden que esta es mi opinión personal y que pueden dejar la suya en los comentarios.