En la década de los ochentas, la WWE buscó a un sucesor de Mil Máscaras y Pedro Morales para conectar con el público latino, encontrándolo en el texano Merced Solis, a quien promovieron con el nombre de Tito Santana, presentándolo como originario de Tocula, México, una localidad inexistente confundida quizá con Cocula o con Toluca.
Tito Santana, quien fue dos veces Campeón Intercontinental, dos veces Campeón Mundial de Parejas WWF y King of the Ring 1989, dejó la empresa McMahon en 1993, después de una etapa con el personaje de El Matador. Regresó brevemente como comentarista a finales de los noventas, y fue inducido al Salón de la Fama en 2004.
Santana, de 64 años, fue entrevistado por ESPN, y a continuación reproducimos lo más relevante:
En 1975, estuvo a punto de entrar con los Jefes de Kansas City en la NFL:
“El promotor luchístico en el sur de Texas era Joe Blanchard. En esos tiempos, Tully Blanchard también jugaba futbol americano; era el quarterback de la Estatal de Texas. Ellos me decían que podía entrar en la lucha, pero en ese momento estaba recibiendo cartas de varios equipos de la NFL. Finalmente llegó el draft.
“Me llamaron de los Jefes de Kansas, pero dos semanas antes del campamento, me lesioné el tendón de Aquiles, y no pude correr en esas dos semanas. Correr las 40 yardas era un suplicio, y tuve que vendarme los tobillos para que no se dieran cuenta de mi lesión. Pero mis habilidades para atrapar el balón y para bloquear eran buenas, y así me mantuve en los juegos de pretemporada. Sin embargo, no me dieron el contrato, pues dijeron que era buen atleta, pero demasiado lento.
“Debí haberles dicho que me volvieran a probar una vez que mi lesión sanara, pero no lo hice. Terminé regresando a la universidad, y mi coach me consiguió un tryout con los Leones de British Columbia, en la liga canadiense. Ahí estuve por año y medio”.
Santana pudo haber regresado a la NFL un año después, pero no lo hizo:
“No sé qué tan bueno hubiera sido. Sé que las carreras de los futbolistas no son largas, y soy muy creyente y sé que todo pasa por algo. En el futbol nunca habría ganado tanto dinero como en la lucha y no habría estado vigente tanto tiempo. No me arrepiento”.
Un momento de su carrera como luchador que atesore:
“Cuando luché con Greg ‘The Hammer’ Valentine en Baltimore. Había estado persiguiéndolo por el Campeonato Intercontinental, y finalmente lo vencí en una lucha de jaula frente a unas 18 mil personas. La reacción que hubo cuando gané fue simplemente asombrosa”.
Su vida actual:
“Soy un maestro. He estado enseñando en nivel medio en donde vivo, Roxbury, New Jersey. Un par de fines de semana al mes todavía lucho, aunque no lo crean. Ya no puedo hacer mucho, pero aún puedo amarrarme las botas y subir al ring. No me cansa escuchar los aplausos del público, porque ellos aprecian el trabajo que hacemos. En los eventos pequeños, puedo interactuar con los aficionados, y siempre me brindan momentos para recordar”
“Me retiré de la WWF en 1993, y el Sargento Slaughter y yo intentamos promover una empresa en Chicago por un año. Después empecé a trabajar en eventos independientes. En el mercado independiente puedes luchar viernes, sábados y domingos y sacar lo suficiente para vivir bien, así que me gustaba esa rutina.
“Empecé como maestro substituto porque no tenía nada que hacer durante el resto la semana. Fui substituto por dos años, luego me ofrecieron un trabajo en el gimnasio. Una cosa llevo a la otra, y como era cansado ser instructor en el gimnasio y tengo mi título de español, pedí el trabajo. Llevo enseñando español por 16 años”.
¿Sus alumnos conocen su historia?
“La conocen. Sus padres fueron fans de la lucha, así que no puedo decir cuántos chicos se me han acercado para decirme: ‘Mi mamá estaba enamorada de usted cuando era niña’.
“Cuando tenemos alguna hora libre, les dejo poner luchas en la pantalla y las vemos. Para ellos, mi apellido es Solis, así que me llaman ‘Señor Solis’. No hablo mucho de lucha”.