Quizá Vince McMahon debería plantearse cambiar el orden de celebración de sus PPVs cuando estos coinciden con los especiales de NXT. Porque al igual que sucede en las ocasiones que un combate de apertura se roba el show, todo lo acaecido tras el sábado no estuvo a la altura del listón colocado por WarGames.
Aunque Survivor Series resultó un notable evento, con varios momentos destacables (Brock Lesnar vs. AJ Styles, The New Day vs. The Shield), también hizo gala de unas decisiones creativas un tanto predecibles (Asuka como única superviviente de su equipo) e incluso absurdas respecto al estelar de la noche. Y en este punto quiero detenerme, porque es el que más división de opiniones ha suscitado.
Por mi parte, creo que se minimizó en demasía el papel de John Cena, que debió haber sido una de las últimas eliminaciones. También se perdió la oportunidad de continuar el ángulo entre Kane y Braun Strowman, pues un ataque de “El Gran Monstruo Rojo” hubiese supuesto una mejor excusa para sacar al segundo de la lucha. Esto hubiera dejado vía libre a su vez a una traición de Kurt Angle sobre Triple H; algo lógico considerando el Pedigree que “El Juego” endosó a Jason Jordan. La gente hubiera sintonizado con gran expectación el Raw del día siguiente sólo para ver si Angle perdía su empleo.
Ya sea como analistas o simples aficionados, la vena crítica va a hacerse presente si se producen decisiones creativas desacertadas bajo el criterio general (nótese la reacción del respetable del Toyota Center bajo dicho epílogo), y creo que siempre es positivo contar con receptores críticos. Porque esto ayudará a mejorar el producto, que reconozcamos podría dar mucho más de sí con el catálogo de talentos que a día de hoy posee.
He ahí la diferencia existente entre las dos marcas principales y NXT. La tercera en discordia sí sabe aprovechar sus peones y reconocer su calidad, y el primer argumento a mano es Andrade “Cien” Almas, quien se coronó en WarGames contra todo pronóstico. No voy a analizar en profundidad el show, pues mi compañero Javier Montes ya ofreció cinco razones de peso para reivindicarlo, lo que quiero es considerar si supuso el mejor TakeOver de la historia de NXT.
Cinco razones por las que debes ver NXT TakeOver: WarGames
Este no sólo albergó el más “novedoso” y brutal concepto que se ha visto desde hace tiempo dentro de WWE (y el estelar de mayor duración hasta entonces en NXT). Dejó también una pequeña joya con Aleister Black y The Velveteen Dream de protagonistas; el mencionado reconocimiento a “Cien” Almas y otro gran encuentro por el Campeonato de Reino Unido entre Pete Dunne y Johnny Gargano exclusivo para los asistentes al recinto, pero que fue emitido el miércoles.
¿Ha habido algún cartel tan completo en tres años y medio de especiales? Siguiendo un orden cronológico hay que mencionar en primer lugar TakeOver: Brooklyn (22/08/2015). El primer gran show de NXT celebrado fuera de la Full Sail University tuvo una sólida construcción para casi cada combate y su crescendo condujo a una gran Lucha de Escaleras entre Finn Bálor y Kevin Owens por el Campeonato NXT, precedida por un no menos brillante duelo con Bayley y Sasha Banks batiéndose el cobre por el cetro femenil.
Merece mencionarse que Jushin Thunder Liger ofreció aquí su único combate oficial bajo WWE, al hacer frente a Tyler Breeze. Hunter consiguió de esta manera un salto de calidad para su producto, que eclipsó por primera vez a uno de los cuatro grandes, SummerSlam, disputado al día siguiente.
Un día antes de WrestleMania 32 tuvo lugar TakeOver: Dallas (01/04/2016), que ya siguiendo la dinámica, sacó los colores a esta edición de “La Vitrina de los Inmortales”. Probablemente el show de NXT con mejor acogida por parte de la crítica, no tuvo ningún punto flaco en sus cinco encuentros programados: desde un gran American Alpha vs. The Revival, hasta el inicio del reinado de 510 días de Asuka, pasando por un notable estelar y sobre todo, un antológico Shinsuke Nakamura vs. Sami Zayn (la mejor actuación del nipón en WWE).
Voy hasta noviembre para llegar a TakeOver: Toronto (19/11/2016). Otro logro internacional de HHH al llevar a sus chicos a Canadá, escenario tan importante para la tradición de la compañía, y que acabó resultando un éxito en todos los sentidos. Aquí sobresale un encuentro, bajo mi punto de vista, el mejor de la división de duplas WWE del 2017. #DIY y The Revival se robaron el show por medio de una Lucha al mejor de 3 caídas absolutamente épica, que por justicia recibió la mayor ovación de la noche.
Hablo otra vez de reconocimiento, porque Gargano y Ciampa recibieron el suyo, al proclamarse por primera (y única vez) Campeones por Parejas NXT. No quiero olvidarme del resto de choques, todos rayando a un gran nivel, como el Asuka vs. Mickie James o el Samoa Joe vs. Shinsuke Nakamura que sirvió de epílogo.
Por último, incluiría TakeOver: Chicago (20/05/2017), donde esta vez sí, #DIY tuvieron su estelar y pusieron fin a su unión luchística, con un segmento que ya ha quedado como uno de los grandes momentos del año. Sin embargo, mi lucha favorita de aquel evento fue la que llevaron a cabo Tyler Bate y Pete Dunne, y que insta a preguntarnos por qué el Campeonato de Reino Unido no ocupa lugares más prominentes en la programación, y si a cambio será relegado a una burbuja al igual que la división crucero.
Para gustos los colores, supongo, pero lo que queda claro es que WarGames representó otro punto de inflexión en NXT. Una nueva era que esperemos mantenga el buen pulso con el siguiente especial, TakeOver: Philadelphia, previsto para el 27 de enero.