Hace escasas horas conocimos la importante noticia de que por primera vez, la clásica nómina de 4 grandes PPVs de WWE pasará a ser un quinteto con el añadido de Money in the Bank. Este evento tradicionalmente celebrado en los meses de junio o julio, se une así al resto de históricos: Royal Rumble, WrestleMania, SummerSlam y Survivor Series. Y como traducción al papel, supondrá entonces que albergará luchas de Raw y SmackDown.
Se avecina un gran cambio para Money in the Bank 2018
Pero PWInsider también ha dado a conocer el resto de PPVs que formarán parte de la programación de WWE en 2018, con sus respectivas fechas y sedes. He aquí el listado:
- Royal Rumble, 28/01/2018, Philadelphia, Pennsylvania
- Elimination Chamber (Raw), 25/02/2018, Las Vegas, Nevada
- Fastlane (SmackDown), 11/03/2018, Columbus, Ohio
- WrestleMania 34, 08/04/2018, New Orleans, Louisiana
- Backlash (Raw), 06/05/2018, Newark, New Jersey
- Payback (SmackDown), 27/05/2018, Baltimore, Maryland
- Money in the Bank, 17/06/2018, Chicago, Illinois
- Battleground (Raw), 15/07/2018, Pittsbourgh, Pennsylvania
- SummerSlam, 19/08/2018, Brooklyn, New York
- Extreme Rules (Raw), 16/09/2018, San Antonio, Texas
- Hell in a Cell (SmackDown), 30/09/2018, Nashville, Tennessee
- TLC (Raw), 21/10/2018, Boston, Massachusetts
- Survivor Series, 18/11/2018, Los Angeles, California
- Clash of Champions, 16/12/2018, San Jose, California
Salta a la vista la reducción del número de PPVs, pasando de los 16 de este año a los 14 que se realizarán el que viene. Great Balls of Fire y No Mercy son los sacrificados, precisamente dos pertenecientes a la marca roja. En el caso del primero, supone una triste noticia por el atractivo concepto oldie del mismo, que incluso llegó a contar con la canción homónima de Jerry Lee Lewis como sintonía oficial. Se suma de esta manera al funesto salón de la infamia de PPVs de la compañía que sólo conocieron una edición.
Por otro lado, hay ciertas modificaciones respecto al orden del presente 2017. Por ejemplo, Extreme Rules, que normalmente se celebraba sobre finales de mayo o principios de junio, pasará a ser el siguiente del listado tras SummerSlam, disputándose en septiembre. Mientras, también habrá PPVs que cambien de bando —mala decisión si se quiere potenciar la guerra de marcas—, caso de Fastlane, Backlash, Payback y Battleground.
Lo que queda claro es que WWE ha querido minimizar la saturación de eventos, se intuye que conducida por aquellos datos “oficialmente” maquillados, pero sobre los que Dave Meltzer ya dio buena cuenta. Y puede que con la tendencia actual, el 2019 traiga un nuevo recorte en este sentido. La verdad es que supone une decisión a priori acertada, pero la calidad también debe ir en consonancia, y la compañía tendrá dos grandes citas menos de margen de error. Esperen pues mayor concentración de luchas relevantes bajo shows semanales; al menos, en el caso de Raw.