NXT sigue fortaleciendo su corta pero sustanciosa historia con sus TakeOver que muestran un gran nivel en cuanto a lo luchístico. El día de hoy le dedicaremos una entrada con cinco argumentos de porqué quien no haya visto NXT TakeOver: WarGames, ¡debe verlo!
Nuestra cobertura:
Resultados NXT TakeOver: WarGames (18-nov-17): McIntyre vs. Almas
5.- The Velveteen Dream vs. Aleister Black
La rivalidad más vieja escuela del cartel.
Semanal tras semanal de NXT nos contaron la historia de cómo un nuevo luchador llamado The Velveteen Dream quería hacerse de un nombre en el negocio, para ello buscó la atención de uno de los consentidos de la afición: Aleister Black. Quien decidió ignorarlo, al considerarlo un niño que busca atención, Black pasó de pasivo a agresivo cuando Dream llevó a lo físico su rivalidad.
Con un público entregado por los dos (tal vez más por Dream), se desarrolló una contienda como pocas; se revivió sobre el encordado ciertos momentos clave de la construcción de su rivalidad, pero no sólo se quedaron en la autoreferencia sino que decidieron ir más allá: cuando ambos decidieron parodiar cierto movimiento característico del otro (ver el gif de arriba), crearon un momento que los seguidores que los vieron semana tras semana de verdad apreciaron y se notó en la reacción del respetable que ese momento de verdad fue épico para ellos.
Nos salimos de lo habitual para abrazar lo peculiar y en ello cumple la contienda, que luchísticamente tiene buen nivel, pero la manera en que nos entretienen a nosotros los espectadores y muchos momentos descafeinados le suman valor a una lucha que de verdad divierte.
A destacar cuando Dream le grita al árbitro: “¡Pregúntale mi nombre!”. Porque recordemos que la motivación de Dream durante toda la historia es hacer que Black diga su nombre, que lo reconozca y lo respete como atleta sin importar su excentricidad. Algo que puede sonar ridículo de leer: pero es muy refrescante de ver cómo lo cierran en ésta lucha.
4.- Las herederas de la revolución femenil
El necesario relevo de las 4 jinetes está llegando.
NXT fue el lugar donde se empezó a notar un cambio en cuanto a la lucha femenil de WWE, que años atrás eran chistes de mal gusto de casi 1 minuto de duración.
Pero gracias a las mujeres de NXT como Emma, Charlotte, Becky Lynch, Bayley, Sasha Banks y Natalya sentimos que el cambio se avecinaba: y así fue.
Cinco luchas fundamentales para entender la Revolución de las Divas
Además de valiosos nuevos minutos en sus contiendas, que las dejaran de llamar divas (excepto en Total Divas), y una relevancia merecida: asistimos a un nuevo respiro en la programación.
Es refrescante ver otra nueva camada de dignas gladiadoras que se enfilan a hacer respetar su profesión: luchadoras.
En NXT TakeOver: WarGames pudimos apreciar como tan diversas y reconocibles atletas dejaron todo en el encordado para dar el siguiente paso en la revolución femenil: la era post Asuka.
Las cuatro atletas de ésta contienda ya tienen tan desarrollados sus personajes (tal vez Kairi Sane no tanto), que el público las ha acogido y le importa de verdad lo que pasa en el encordado.
Para los amantes de la lucha de féminas: acá hay un encuentro para ver.
3.- Un TakeOver esencial
Una nueva era se avecina: una indiscutible.
El chiste de ver un TakeOver es ver la conclusión de las historias de los semanales, aunque a veces es un capítulo más en ciertas rivalidades. Pero WarGames es fundamental para cimentar y concluir legados.
Por un lado Undisputed Era se va perfilando como una facción dominante, Lars Sullivan empieza a cazar nombres cada vez más grandes, la correa femenil NXT vuelve a recuperar prestigio y nuestra raza latina tiene una coronación para alegrarse.
No se siente que lo que pasó ésta noche sea de transición: más bien tiene repercusiones a corto plazo en la programación del semanal y le dan un nuevo aire.
No es un secreto para los que siguen NXT de que en años recientes la marca amarilla no fue tan espectacular como sí lo fue en 2014, 2015 y 2016 (el último año señalado como el inicio de un bajón).
Pero de a pocos y de la mano de un elenco bastante talentoso, diverso, divertido y lleno de buenas ideas: NXT vuelve a ser esa antítesis dentro de WWE, donde por unos minutos importa más la lucha libre que el entretenimiento (el barato, claro está).
2.- El primer Campeón NXT de origen latino
Ver triunfar a un latino en WWE no es cosa de todos los días.
Lo cierto es que han habido pocos casos: Pedro Morales—puertorriqueño que fue Campeón WWWF Peso Completo por 1027 días, de 1971 a 1973—. Alberto del Río con 2 Campeonatos WWE y 2 Peso Completo (teniendo en cuenta éxito como Campeonato máximos reconocido).
Se omite a Rey Mysterio por ser nacido en San Diego, California y a Eddie Guerrero por ser oriundo de El Paso, Texas. Aunque mitad mexicanos, no es lo mismo que ver triunfar a alguien sin doble nacionalidad. Pero dicho sea de paso: sin el triunfo de ellos en el reino McMahon tal vez no estaríamos hablando del protagonista de éste lugar.
Lo cierto es que sumado al mal manejo que venía recibiendo hace ya casi 2 años, un cumulo de derrotas desmotivantes y poco tiempo al aire, la preocupación por Andrade “Cien” Almas iba incrementando.
Pero gracias a su asociación con Zelina Vega, quien cubrió su falencia con el inglés y quien se desenvuelve de manera sobresaliente en cámaras, Almas recuperó el rumbo de su carrera y además de dar cátedra de lucha se hizo con el oro.
Es de destacar cuando un extranjero logra el éxito dentro de WWE; ello abre la puerta a que personas de distinta nacionalidad triunfen y el oro no sea reservado al hijo del tío Sam de turno (recordemos que aquellos que se dedican a la lucha están llenos de sueños y éste tipo de acontecimientos les da esperanzas).
Ya pasó la época donde ver a un latino era sinónimo del luchador volador que hacía maniobras espectaculares y no pasaba del Campeonato secundario.
1.- Undisputed WarGames
No faltó ni sangre en éste encuentro.
WarGames era la lucha más llamativa del cartel, no sólo por traer devuelta una estipulación olvidada, sino, porque las nuevas generaciones tuvieron la oportunidad de verla en vivo o por streaming.
Dado que con éste tipo de encuentro de antaño, sólo queda la opción de buscar vídeos en la red.
Una conclusión rápida de ésta lucha es que deja al animal interior de todo fanático (ya saben, ese que pide violencia desesenfrenada y sin sentido) satisfecho.
Lo expuesto líneas atrás gracias al montón de objetos contundentes (sillas, mesas, tachos de basura etc), muchos movimientos arriesgados y contundentes de los participantes: de verdad no hay desperdicio en éste caos.
Se puede alegar que la lucha tiene una gran duración y a veces se siente muy caótica, pero estamos hablando de una estipulación que necesitaba destacarse del resto y lo lograron con creces.
Si quieres revivir los años de gloria de WWE con sangre, momentos Holly Shit! y una falta de cuidado por el cuerpo ajeno y propio: ésta es tu lucha.
A destacar la labor de todos los integrantes de SAnitY, que dejaron la piel en éste encuentro.