Un día más en el mundo del football y nuevas sanciones que se dan a conocer por parte de la oficina del comisionado Roger Goodell, siendo la más significativa la del cornerback de los Kansas City Chiefs, Sean Smith.
El jugador de los Chiefs tendrá que cumplir una sanción de tres partidos después de declararse culpable de conducir bajo los efectos del alcohol en marzo de 2014. La particularidad del caso de Smith es que la penalización fue más severa debido a que estrelló su coche contra un poste de la luz en el centro de Kansas City.
Lo más curioso de todo es que Smith podría haber cumplido una sanción menor si hubiera resuelto su caso antes del 1 de noviembre. Tanto la NFL como la asociación de jugadores llegaron a un nuevo marco en la política de abuso de sustancias en septiembre y, si Smith se hubiese acogido a esa fecha en noviembre, habría podido someterse a tratamiento para esta ofensa y ser multado con 50.000 dólares en base a los dos partidos que hubiera tenido que cumplir al tratarse de su primera vez.
Al no haberlo hecho, Sean Smith no sólo no podrá actuar en los tres primeros encuentros de la campaña sino que perderá en torno a 750.000 dólares en salario base.
El cornerback fue capital el año pasado y fue titular en los 16 partidos de los Chiefs, permitiendo sólo que el 57% de los pases lanzados en su dirección fueran completados. Al final de la temporada, fue considerado el quinto mejor jugador en su puesto.
En la nota que se ha publicado se detallan los jugadores que se tendrán que perder algunos de los primeros encuentros de la temporada 2015 por distintos motivos. Aparte de Smith, el defensive end de los Broncos, Derek Wolfe, se perderá los cuatro primeros encuentros por utilizar una sustancia prohibida y Jabari Price de los Vikings los dos primeros por conducir ebrio.
Desde que se disputó la Super Bowl, 24 jugadores han sido sancionados y se perderán un total de 119 partidos, siendo el abuso de sustancias el motivo más habitual de esas sanciones en catorce ocasiones.